Pocos conocen la serie brasilera que ‘se inspiró' en la obra de Roberto Gómez Bolaños. Hablar de programas latinoamericanos de comedia y no mencionar a “El chavo del ocho” no tiene lugar. El programa mexicano, que nació en 1973 a través de por la entonces llamada Televisión Independiente de México (más tarde, Televisa), se ganó de inmediato al público.
Con el paso del tiempo, el espacio no solo triunfó en su país de origen, sino que partió a América Latina. Países como Argentina, Colombia, Perú, entre otros, rieron con cada uno de sus capítulos. No sería hasta su llegada a Brasil que se confirmó su rotundo éxito.
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Emitida por SBT, “El chavo del ocho″ se volvió un furor en Brasil. Como explica el portal Aventuras na história, el interés por la serie llegó a tal punto de que la empresa decidió pasar también más contenido que Roberto Bolaños había creado. “El chapulín colorado”, “Chespirito”, “Los supergenios de la mesa cuadrada” y más llegaron a la televisión brasilera.
Aventuras na história menciona que el programa se creó bajo la premisa de “un niño pobre que porta una gorra y un pantalón a medio cortar”. El personaje, así como el resto del elenco, serían interpretados por actores adultos, situación similar que se vivió en “El chavo del ocho″.
En una nota compartida por el portal Folha de S. Paulo, se explica que SBT dio publicidad al programa en enero del 2000. Aquí, se anunció que tendría un total de 20 capítulos y sería protagonizada por Eduardo Estrela (Miguelito), David Fantazzini (Bolão), Ana Andreatta (Lilica) y Davi Taui (Marquinhos), personajes que tenían un gran parecido con Kiko, la Chilindrina y Ñoño.
El programa sí salió al aire, pero solo por cinco días.
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Solo en el primer capítulo era notorio el gran parecido que había entre “Miguelito” y “El chavo del ocho″. Los personajes y la historia guardaban gran similitud, por lo que la inversión que se había hecho necesitaba un éxito asegurado.
Folha de S. Paulo compartió que el espacio costó US$ 700.000, dinero que se usó para construir un escenario de 300 metros cuadrados y dar vida al barrio dónde ocurría la trama.
Pese a tener un buen horario de estreno en el canal de televisión Rede TV!, el entonces director, Rogério Gallo, le dijo a Folha que la serie “no contaba con la calidad requerida” y la llamó copia de “El chavo del ocho″.
Al productor Gugu Liberato no le gustaron las críticas a su serie, las cuales afectaron su rating y la posicionaron como una de las menos vistas de dicho canal, por lo que decidió sacarla del aire con tan solo 5 capítulos emitidos.
Eduardo Estrela tuvo el papel de Miguelito en la serie del mismo nombre. Foto: Captura de IMDb
Según detalle IMDb, los 15 episodios que nunca salieron a la luz fueron archivados por la productora a cargo y no se encuentran disponibles al público. ¿Algún día serán expuestos?.
La serie se llama “El chavo del 8″ debido a que el protagonista vivía en el apartamento número 8. También, se creía en un comienzo que el título era por el canal 8, mismo que emitía el programa en México.
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Roberto Gómez Bolaños confesó que el nombre que le puso al ‘Chavo’ fue Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi. Esto lo dijo en el libro titulado “El diario del Chavo del ocho”.
Tal como lo hicieron el Chavo y toda la vecindad, en 1977, el Chapulín también tuvo su episodio especial en Acapulco. Esto es algo que recuerda Carmen, quien a más de 40 años, compartió una foto de su padre para gusto de los fans.
Fotografía inédita compartida por la hija de Ramón Valdés. Foto: Ramón Carmen Valdés/Twitter
“Mi papito lindo, mi amor, en nuestra casa de Cuernavaca, en Rancho Cortéz. Siempre sencillo, ¿se fijan que short trae puesto? ¡El mismo que usó en el programa del Chapulín Colorado en Acapulco!”, escribió Carmen en su cuenta de Twitter.