El 78° Festival internacional de cine de Venecia tuvo un comienzo emotivo el último miércoles 1 de septiembre. En la velada, más de un director, actor y actriz recibió un merecido reconocimiento. Entre todas las personalidades, quien se llevó el aplauso de la gente fue Roberto Benigni.
El actor, mundialmente conocido por protagonizar la oscarizada La vida es bella, recibió el León de oro a la trayectoria, premio que se lo otorgó la directora de El piano, Jane Campion.
En la ceremonia, Benigni subió al escenario emocionado y con “un sentimiento de amor y gratitud inmensa hacia los espectadores alrededor del mundo”. “Esperaba recibir un gatito, pero un león...es el premio más prestigioso y luminoso con que pude soñar”, afirmó. “Yo vengo de una familia de una pobreza aristocrática y ha sido mucha gente la que me ha ayudado para formar mi carrera”, comentó.
Pero quizás el momento que se robó los aplausos de la noche fue cuando dirigió su discurso a su esposa, la también actriz Nicoletta Braschi. Como lo hizo cuando ganó el Óscar a mejor película extranjera en 1997, Benigni no dudó en mostrar el profundo amor que siente por ella.
“Hemos hecho todo juntos durante 40 años. Si tuviera que medir el tiempo, sería contigo y sin ti. Podemos compartirlo: yo tomo una parte y el resto es tuyo. Las alas son tuyas. Si algo que he hecho alguna vez ha despegado, es gracias a ti y a tu talento como actriz“.
Benigni prosiguió: “Tu escandalosa belleza, tu igual artístico, tu libre pensamiento, tu mente abierta y tu profundo asombro poético. Este león será una mascota compartida contigo. Ni siquiera puedo dedicarte este premio, porque es tuyo. Te pertenece, lo sabes”, enfatizó.