Hace cuarenta años se estrenó Los Cazadores del Arca Perdida, la primera cinta de aventuras con Indiana Jones. El arqueólogo, aventurero y académico al mismo tiempo, que interpreta Harrison Ford y que se convirtió en un ícono del cine, hizo de sus cintas una gran saga y una fructífera franquicia, que nos brindará su quinta entrega este 2022.
El personaje de Indiana Jones se creó a través de un largo proceso con de idas y vueltas, pero gracias al aporte vital de tres grandes íconos del Hollywood moderno (Spielberg, Lucas y Ford). Y que a pesar de las dudas en los rodajes y los hallazgos repentinos terminó convirtiéndose en un clásico.
Indiana Jones y Los Cazadores del Arca Perdida nació a partir de la unión de las mentes brillantes de Lucas y Spielberg, quienes por esos años de juventud tenían una gran sed creativa y comercial en Hollywood; y que gracias al director James Mangold podemos ver su quinta entrega en el 2022 (el rodaje ya empezó), pero con Steven Spielberg sólo ejerciendo como productor (las cuatro anteriores fueron dirigidas por él).
Steven Spielberg y George Lucas, la dupla perfecta detrás del éxito de la saga de Indiana Jones. Foto: difusión
Cuenta la leyenda, que Steven Spielberg y George Lucas estaban juntos en Hawái un día de 1977 mientras en Hollywood se producía el lanzamiento de Star Wars. Spielberg, luego del gran éxito en taquilla que logró con Tiburón, planeaba insistir que lo consideraban para dirigir una nueva entrega de James Bond.
Pero Lucas tenía una idea propia que le parecía mejor que hacerse cargo de la saga del agente secreto. Era la aventura de un tal Indiana Smith en la que había estado trabajando con el guionista Philip Kaufman años atrás y que nacía inspirada en las histories de héroes que había visto en la televisión siendo niño. Ese día, el director de E.T. le dio el sí a su colega en la playa y juntos sellaron uno de las mejores uniones creativas de la historia del cine con los filmes de Indiana Jones.
Los candidatos para interpretar a Indiana fueron varios, entre ellos Jeff Bridges. Pero el elegido por George Lucas fue Tom Selleck y Spielberg aprobó esa decisión. El actor estaba entusiasmado con el proyecto, pero ya había firmado contrato para protagonizar la serie de televisión Magnum y eso complicó el rodaje de la película. Negociaron con el canal de televisión, pero sus directivos se mantuvieron firmes. No liberarían antes al actor. Y Selleck se quedó sin ser Indiana
George Lucas no quería a Harrison Ford. El público ya lo empezaba a identificar mucho con Star Wars, pero a Spielberg le parecía que era el indicado para el papel (hoy nadie podría imaginar a Indiana sin la cara de Harrison Ford). Cuando fue confirmado a poco del inicio del rodaje, Ford entrenó el uso del látigo, se preparó físicamente y desarrolló habilidades para algunas de las escenas de acción.
Ford aprovechó el momento de urgencia por la cual atravesaba el rodaje y negoció condiciones favorables en un momento en que su carrera estaba en un momento clave. Obtuvo así un salario de siete cifras, porcentaje de las ganancias y hasta la posibilidad de intervenir en el guion en lo que se refería a su personaje.
Harrison Ford, obtuvo un salario de siete cifras, porcentaje de las ganancias y hasta la posibilidad de intervenir en el guión en lo que se refería a su personaje. Foto: YouTube
La grabación de Los Cazadores del Arca Perdida estaba planeada para 85 días de rodaje. O eso, al menos, fue lo que Spielberg y Lucas le hicieron creer al estudio. En un plan de rodaje que sólo conocían ellos dos habían estimado 73 días, tenían 12 de resguardo. Spielberg finalizó el rodaje en el día 72 y dentro del presupuesto, sin gastar un dólar de más.
Para conseguir eso fue fundamental Frank Marshall, un productor que Lucas le puso al lado para que nada se saliera de lugar. Filmaron en Europa, en Túnez y en otros lugares que ya habían sido utilizados en Star Wars. Rodando fuera de Estados Unidos redujeron mucho los costos.
A pesar de la presencia de George Lucas, de la dirección de Steven Spielberg, del protagónico de Harrison Ford y de la historia que prometía aventuras, ni los ejecutivos de los estudios ni los analistas esperaban que la película fuera un gran éxito en la taquilla.
Los Cazadores del Arca Perdida debutó en el primer lugar de la taquilla, pero a la semana siguiente fue desplazada por el estreno de Superman 2. Sin embargo, a la semana siguiente Indiana retomó la cima de la taquilla que no abandonó por dos meses. Se convirtió en la película más taquillera del año. George Lucas y Harrison Ford ya tenían su segunda cinta asegurada.
La cinta no sólo dominó la taquilla, también recibió muchos elogios de la crítica especializada y fue reconocida en la temporada de premios con 9 nominaciones a los Oscars, de las que obtuvo 5 en rubros técnicos.
Con los años vinieron otras tres entregas del arqueólogo aventurero. A Los Cazadores del Arca Perdida (1981), le siguieron El Templo de la Perdición (1984), La última cruzada (1989) y el Reino de la Calavera de Cristal (2008)
En estos días, coincidiendo con el 40 aniversario del estreno de Los Cazadores del Arca Perdida, comenzó el rodaje de la quinta entrega. Harrison Ford con su Indiana Jones vuelven al ruedo con 75 años a cuestas, y seguramente ya no será el mismo ágil aventurero de siempre. Pero lo que sí es un hecho es que eso no será impedimento para que Indiana Jones siga dando latigazos.