Un ogro verde, un burro que habla, una princesa que se vuelve horrenda por las noches y una dragona. Muchas veces la animación puede rayar en lo absurdo, pero aún así lograr el éxito. Prueba de esto es la película animada Shrek, que hace 20 años impulsó el éxito de DreamWorks y provocó miles de risas (y hasta memes) que hasta el día de hoy siguen cautivando a personas de todas las edades.
La cinta se estrenó el 18 de mayo de 2001 en Estados Unidos y rápidamente se volvió una de las cintas preferidas de niños y adultos. Rompiendo estereotipos en la animación, mezclando personajes de clásicos cuentos de fantasía y añadiéndole un buen toque de humor que a veces podía ser un poco pícaro, Shrek llamó rápidamente la atención de muchos.
¿De dónde salió este personaje? Aunque muchos piensen que se trata de una creación netamente original de DreamWorks, realmente la historia del ogro tiene su origen en el libro del escritor y viñetista William Steig, quien en 1990 publicó su obra Shrek!. Posteriormente, el autor cedería lo derechos de su creación por una petición de sus hijos, quienes amaban al personaje y ansiaban verlo en el cine.
Shrek, tipografía en barro. Foto: captura de Youtube.
Por un tiempo se pensó que el nombre Shrek simplemente era una palabrería extraña o un simple sonido que caía para un ogro. Sin embargo, este significa monstruo en yidis, que proviene del término alemán schreck, que se entiende como miedo, susto o sobresalto.
En el filme, el protagonista descubre que su pantano está siendo ocupado por varios personajes de cuentos de hadas como Blancanieves, los tres cerditos, Pinocho, el lobo feroz, entre otros. Para recuperar su hogar, termina aliándose con otro de los personajes más carismáticos del cine de animación, Burro, quien después termina volviéndose su amigo más fiel.
Aunque Alfonso Obregón (Shrek), Dulce Guerrero (Fiona) y Humberto Vélez (Lord Farquadd), además de otros miembros del equipo de doblaje, hicieron un gran trabajo para darle cierta personalidad a los personajes, lo cierto es que Burro se termina robando la atención por su carisma.
¿Pero qué puede tener de carismático un burro? Pasa que, a pesar de ser una película estadounidense, el doblaje en Latinoamérica nunca se queda atrás y, así como Estados Unidos tenía a Eddie Murphy, de este lado del mundo teníamos al talentoso mexicano Eugenio Derbez.
La voz de Burro por Eugenio Derbez. Foto: composición/difusión.
La libertad que le dieron al comediante para grabar su voz hizo que en un par de ocasiones improvisara líneas que se quedarían para siempre en la memoria de muchos. Palabras como “cuchitril, tamales, hocico” y hasta la clásica canción “porque ‘toy solito” son momentos que ningún fanático de Shrek olvida fácilmente.
Pero la cinta no solo eran chistes, sino que también mostraba a varios personajes de cuentos de hadas en situaciones que los alejaban de sus historias originales. Por eso es que en la cinta se muestran sutilmente casos como el de Pinocho siendo vendido por Gepeto, los tres osos de Ricitos de oro enjaulados y hasta a Peter Pan vendiendo a Campanita y los tres cerditos.
Incluso, en su secuela de 2004 (tiempo en el que las cosas eran muy distintas respecto a las libertades que podían tener películas animadas dirigidas a todo público) la cinta introdujo a su primer personaje trans, Doris, quien en la cinta pasa de villana a heroína, peleando junto con todas las princesas que también rayaban por su irreverencia y totalmente opuesta personalidad a la que les dio Disney.
Princesas de Shrek. Foto: captura de Youtube.
De otro lado, estaba su lado romántico, pero dándole un giro especial con el que la audiencia se podía identificar fácilmente. ¿Por qué todas las princesas tienen que tener rasgos bellos y el príncipe que las rescata debe ser alto y guapo? Esta es la pregunta que contestan Shrek y Fiona, quienes destacaban por ser una pareja totalmente opuesta a los estereotipos de belleza de aquel entonces.
Así, viéndose a detalle, la cinta tenía ciertas complejidades que no abrumaban, sino que entretenían. Pero tratándose de una animación, no todo está en la trama, sino también en los efectos especiales.
En un comienzo la película se había pensado para hacerse en stop motion, sin embargo, la productora no quedó convencida y decidieron darle más relevancia a la animación tridimensional. Tanta fue la importancia que le dieron que incluso se tuvo que contratar a un equipo de efectos especiales para lograr que los pelos de los personajes tuvieran movimiento propio, dándoles un acabado más realista.
Problemas con el fuego y con las animaciones faciales de animales, personas y criaturas extrañas llegaron a dar miles de dolores de cabeza a los encargados de este aspecto. El cuidado que se le estaba dando al filme ya estaba a otro nivel y tenía que acabarse.
Shrek en la ducha de lodo. Foto: captura de Youtube.
Después de largas horas de trabajo, ¿cuál fue el resultado? Nuevamente, escenas que son difíciles de olvidar, como la de la ducha de barro al inicio de la primera cinta, en donde Shrek literalmente se baña en lodo y se asea con varias cosas sucias. Esta también fue una de las más difíciles para el equipo, pues incluso para saber cómo debía moverse el líquido pastoso, uno de los animadores se llegó a bañar con la misma esencia marrón.
Luego de su estreno, donde su éxito se hizo notar, DreamWorks se vio impulsado no solo a traer más películas del ogro verde (de las que se pueden decir buenas y malas cosas), sino también a darle inicio a sagas como Madagascar (2005), Kung fu panda (2008) y Cómo entrenar a tu dragón (2010).
Incluso llegó a tener una especie de spin-off, con la película propia del Gato con botas (2011), donde el reconocido Antonio Banderas prestó su voz tanto para la versión en inglés como en español.
Otros aspectos como la música también se hacen presentes en la historia, pues todo aquel que ha visto al menos las dos primeras cintas no se olvida de “All star“ al inicio de la primera y de “Funky town“ cuando nuestros personajes favoritos llegan a Muy Muy Lejano.
Posters de Shrek 1 y 2. Foto: composición/difusión.
Actualmente, el título ocupa el octavo puesto en la lista de las 10 mejores películas de animación de la historia del American Film Institute (AFI), siendo la única que no pertenece a los estudios Disney-Pixar.
Tanta ha sido la relevancia de Shrek para el mundo de la animación que el año pasado la cinta fue declarada patrimonio nacional de Estados Unidos.
Lo cierto es que, luego de 20 años, la entrega continúa entreteniendo a la gente y causando risas, además de encontrársele detalles que quizás se pasaron por alto la primera vez que la vimos.