Redacción Fama
Vanessa Kirby venía de ser la princesa Margarita en las primeras temporadas de la serie ‘The Crown’ cuando llegó su primer protagónico con Fragmentos de mujer (Pieces of a Woman), una película producida por Martin Scorsese en la cual interpretaría a una mujer que pierde a su hijo al dar a luz en casa y que, tras la tragedia, va a los tribunales. La actriz de 32 años no ha tenido hijos, pero el proceso de la película ha resultado el mayor reto de su carrera, y el trabajo final la perfila como una de las nominadas al Óscar. Ya en setiembre, fue elegida como la mejor del Festival de Cine de Venecia.
La escena clave del filme tiene 24 minutos y se inicia con las primeras contracciones de ‘Martha’ (Kirby). En el mismo departamento están su pareja Sean (Shia LaBeouf) y una partera, Eva (Molly Parker). “Eso fue aterrador, porque no quería decepcionar a las mujeres. Entonces me asusté aún más, porque me di cuenta de que tenía la responsabilidad de mostrar el nacimiento tal como es, ni siquiera como está editado en los documentales”, dijo la actriz a The New York Times.
Kirby habló con mujeres que dieron a luz y mujeres que tuvieron abortos espontáneos, así como con parteras y obstetras-ginecólogos de un hospital de Londres. Una vez en el centro de salud, llegó una mujer con contracciones y aceptó dejar que se quedara observando el trabajo de parto por seis horas. “Me cambió tan profundamente. Cada segundo de lo que le estaba pasando, lo absorbí”.
El director Kornél Mundruczó logró la escena con dos días y seis tomas largas. En su primer protagónico, la actriz muestra una actuación “audaz y memorable”, dice la crítica. El cineasta explicó al medio que necesitaba a una intérprete en el momento preciso de su despegue en el cine. “Donde todas las habilidades ya están ahí, pero el miedo no. Cuando estás muy establecido, eres cada vez más cuidadoso”.
Fragmentos de mujer empezó como un guion para teatro escrito por la húngara Kata Wéber. Se trataba de un diálogo entre una madre y su hija adulta que conversan de “la insondable tragedia de perder a un hijo”, señala la producción. Las escenas, que fueron escritas en fragmentos, se convirtieron en una obra de teatro con el apoyo del esposo de Wéber, Kornél Mundruczó.
“Vi estas notas en el cuaderno de Kata, en el que describía una relación entre una madre y una hija. Eran realmente fuertes y había leído bastantes páginas antes de pensar: ¿De qué no habla Kata conmigo? Tuvimos una experiencia, que no fue tan trágica como la de la película, pero tuvimos que enfrentar una pérdida propia. Y reconocí que no estábamos hablando de eso. Finalmente le pregunté a Kata: ¿Podemos hacer esto más grande? ¿Podemos trabajar en eso?”. Desde el jueves, la cinta se verá a nivel mundial por Netflix.