El año pasado fue una de las mejores temporadas para la industria cinematográfica, debido a la variedad de propuestas y artistas a cargo de las mismas. Algunas cintas desafiaron el temple de la audiencia como Joker, otras como Avengers: endgame lograron romper récords de taquilla, pero solo una rindió tributo a Hollywood.
Se trata de Once upon a time in Hollywood, la última película dirigida por Quentin Tarantino, quien se las ingenió para que el final de su obra se mantuviera en secreto. Al respecto, su asistente de dirección William Paul Clark reveló a detalle cómo el cineasta llevó a cabo su plan.
A través de una entrevista con Filmmaker Magazine, Clark dio a conocer que Tarantino resguardó el tercer acto de la película en una caja fuerte del departamento de contabilidad. “Venías, cogías el guion, entrabas en una pequeña habitación y lo leías”, agregó.
Los actores lo devolvían a la caja fuerte una vez que terminaban y no había otra opción más que volver al lugar para repasar el mismo si era necesario. Sin embargo, esto no habría mantenido al director por mucho tiempo. A su posterior llegada al festival de Cannes, pidió a los asistentes que no hicieran spoilers de la cinta en redes sociales.
Once upon a time in Hollywood es la novena película de Quentin Tarantino. Foto: Difusión
“Cuando nos movíamos de localización llevábamos la caja fuerte con nosotros, y te tenías que ir a la caravana del productor a leerlo. Lo más duro era el hecho de no tener el material en tus manos todo el tiempo. Una vez la gente superó eso, todo fue bien”, concluyó el asistente de dirección.
Años 60. La estrella de un western televisivo, Rick Dalton (DiCaprio), intenta amoldarse a los cambios del medio al mismo tiempo que su doble (Pitt). La vida de Dalton está ligada completamente a Hollywood, y es vecino de la joven y prometedora actriz y modelo Sharon Tate (Robbie) que acaba de casarse con el prestigioso director Roman Polanski.