Investigadores han demostrado que las plantas son capaces de comunicarse entre sí usando mecanismos sorprendentes. Desde sonidos ultrasónicos hasta señales químicas y eléctricas, las plantas pueden alertar a sus compañeras sobre posibles peligros, como la falta de agua o la presencia de depredadores. Este descubrimiento podría revolucionar la agricultura y contribuir a enfrentar los desafíos del cambio climático.
Mamta Rawat, microbióloga de la Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos, señaló que "apenas estamos explorando la complejidad de la comunicación vegetal". Recientes estudios realizados en marzo han confirmado que especies como los tomates y los cactus emiten sonidos de estrés que pueden ser detectados por micrófonos especializados, así como por insectos y pequeños mamíferos.
Las plantas utilizan un sistema complejo de señales químicas, eléctricas y volátiles para interactuar con su entorno. Las hojas y raíces son clave en este proceso. Mientras las hojas detectan la luz, los depredadores y cambios ambientales, las raíces analizan el suelo, identificando deficiencias de nutrientes o agua. A través de señales eléctricas que viajan por los tejidos, las plantas pueden enviar mensajes rápidos.
Bajo el suelo, las raíces se conectan con hongos micorrícicos, formando una red subterránea conocida como "internet vegetal". Foto: Getty
Por ejemplo, ante la sequía, las raíces envían señales eléctricas que activan mecanismos de ahorro de agua en las hojas. Además, las plantas emiten compuestos químicos llamados volátiles, que no solo repelen depredadores, sino que también atraen polinizadores o avisan a otras plantas de un peligro inminente.
Recientes investigaciones descubrieron que las plantas sometidas a estrés, como cortes o ataques de insectos, emiten sonidos ultrasónicos imperceptibles para los humanos. Sin embargo, mamíferos como murciélagos y ratones pueden detectarlos. Estos sonidos, grabados con tecnología avanzada, evidencian que las plantas no solo reaccionan, sino que se comunican.
Las plantas liberan compuestos químicos volátiles que cumplen funciones de comunicación. Foto: Cell.com
A nivel subterráneo, las redes micorrícicas, una conexión simbiótica entre raíces y hongos, permiten a las plantas compartir recursos y enviar alertas sobre amenazas. Este sistema, conocido como "internet vegetal", también ayuda a redistribuir nutrientes entre plantas jóvenes y árboles nodriza, fortaleciendo los ecosistemas.