En el yacimiento de Lo Hueco, en Cuenca, un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidad de Lisboa realizaron un importante descubrimiento. Han identificado una nueva especie de dinosaurio saurópodo que vivió hace 75 millones de años, y que presenta vínculos evolutivos con especímenes hallados en el continente americano. Este hallazgo, descrito en la revista Communications Biology, proporciona nuevas claves sobre la evolución de los saurópodos en Europa y su relación con América del Norte y Asia.
El dinosaurio, denominado Qunkasaura pintiquiniestra, es uno de los esqueletos más completos encontrados en Europa. Gracias a su estado de conservación, los investigadores han podido analizar su morfología y su relación con otros dinosaurios del hemisferio norte, desafiando la teoría de que los titanosaurios europeos evolucionaron de manera aislada.
Paleontólogos en el proceso de extracción de los huesos de la nueva especie de dinosaurio. Foto: Museo Paleontológico La Mancha
El yacimiento de Lo Hueco, descubierto durante la construcción de la línea del AVE Madrid-Levante, se ha consolidado como uno de los sitios paleontológicos más relevantes del Cretácico Superior en Europa. Desde entonces, ha proporcionado más de 12,000 restos fósiles, lo que ha permitido a los paleontólogos reconstruir parte de la historia evolutiva de los dinosaurios que habitaron la península ibérica.
El esqueleto de Qunkasaura pintiquiniestra presenta una morfología distintiva, especialmente en las vértebras de la cola. Foto: UNED
Qunkasaura pintiquiniestra es una de las especies más completas encontradas en este yacimiento. Su nombre proviene de "Qunka", una referencia antigua a Cuenca, y "pintiquiniestra", en honor a un personaje literario mencionado en Don Quijote de la Mancha. Según el profesor Francisco Ortega Coloma, líder del equipo de investigación, "este hallazgo arroja luz sobre la complejidad de los ecosistemas europeos del final del Cretácico".
El esqueleto del dinosaurio presenta características morfológicas únicas, especialmente en las vértebras de la cola. Tendría 20 metros y pesaría 15 toneladas. Estas particularidades han permitido a los científicos clasificarlo como un miembro de los saltasáuridos opisthocoelicaudinos, un grupo de titanosaurios que se distribuyó principalmente en el hemisferio norte, en regiones como Asia y América del Norte.
Representación del titanosuario que medía más de 20 metros y alrededor de 15 toneladas. Foto: Museo Paleontológico La Mancha
El estado de conservación del esqueleto, que incluye vértebras cervicales, dorsales y caudales, además de partes de las cinturas y los miembros, lo convierte en un descubrimiento excepcional. Estos elementos han proporcionado información crucial sobre la estructura corporal de los últimos saurópodos de Europa y su adaptación a los entornos de esa época.
El descubrimiento ha desafiado las creencias previas sobre la evolución de los dinosaurios en Europa. Hasta ahora, se pensaba que los titanosaurios europeos, como los lirainosaurinos, evolucionaron de manera aislada debido a la fragmentación de los continentes al final del Cretácico. Sin embargo, este nuevo hallazgo indica que hubo una migración de dinosaurios del continente americano hacia Europa.
Según Ortega, "la entrada de estos titanosaurios inmigrantes desde Asia y América del Norte hacia Europa nos muestra que las conexiones entre estos continentes fueron más complejas de lo que se pensaba". Esta nueva especie revela que los ecosistemas europeos del Cretácico no estaban tan aislados como se creía, y que los dinosaurios de diferentes regiones compartían similitudes evolutivas.
El yacimiento de Lo Hueco sigue siendo un punto clave para las investigaciones paleontológicas en Europa. El hallazgo de Qunkasaura no solo ha ampliado el registro fósil de los saurópodos en Europa, sino que también ha abierto nuevas líneas de investigación sobre las migraciones y la evolución de los dinosaurios en el hemisferio norte.
Ortega señala que aún queda mucho por descubrir en este yacimiento, especialmente en relación con la coexistencia de diferentes especies de titanosaurios en la península ibérica. La complejidad ecológica de estos dinosaurios y su papel en los ecosistemas de la época sigue siendo un tema de interés para los científicos, y el yacimiento de Lo Hueco ofrece una oportunidad única para resolver estas incógnitas.