Las futuras misiones a Marte y las propuestas de bases lunares significan una era emocionante para la exploración espacial, pero también traen desafíos médicos únicos que los científicos buscan superar. Un reciente estudio publicado en la revista científica Nature ofrece la visión más detallada hasta la fecha sobre cómo el cuerpo humano responde a las condiciones extremas del espacio exterior. La investigación destaca las innovaciones necesarias para proteger la salud de los astronautas en un futuro no muy lejano.
El estudio, derivado de datos recopilados en distintas misiones, revela la transformación del cuerpo bajo las condiciones de microgravedad y radiación. Además, proporciona un panorama detallado de la resistencia y adaptación del organismo humano al ambiente fuera de la Tierra.
Frank Rubio es el astronauta de la NASA que ha pasado más tiempo en el espacio: 371 días. Foto: NASA
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Los efectos de la microgravedad y la radiación cósmica son visibles y numerosos, pero algunos de los más alarmantes involucran el sistema inmunológico y la integridad celular. Investigaciones recientes muestran un aumento en los niveles de citoquinas y una alteración en la longitud de los telómeros, lo que sugiere una necesidad intensa de reparación celular.
Los hallazgos sugieren que el cuerpo humano percibe su estadía en el espacio como una amenaza, lo que provoca la activación de mecanismos de defensa que podrían tener consecuencias a largo plazo. Christopher Mason, profesor de la Universidad Cornell y uno de los líderes de estos estudios, explicó, en entrevista con El País, que estos cambios en el sistema inmune son adaptaciones esenciales a las condiciones de estrés continuo, como la exposición a la radiación y la alteración de los fluidos corporales que afectan el sistema linfático.
“Nuestros cuerpos han evolucionado para vivir con gravedad y creemos que estos cambios en el sistema inmune son una adaptación para un trastorno indeterminado que percibe el organismo”, precisó.
A partir del estudio, el equipo de científicos afirma que los riñones son los órganos más afectados ante condiciones de microgravedad y radiación espacial. Los riñones experimentan cambios estructurales que pueden facilitar la formación de piedras y otros problemas.
Luego de experimentos realizados con ratones, expertos han señalado que la exposición prolongada a la radiación cósmica ha provocado daños permanentes en los riñones de los roedores, lo que podría equivaler a daños irreparables en humanos en viajes largos como los planeados a Marte.
Keith Siew, el principal autor de este estudio, advirtió sobre la necesidad urgente de desarrollar tecnologías o tratamientos que protejan esta y otras partes vitales del cuerpo humano en el espacio, especialmente en misiones de larga duración. "Si no desarrollamos nuevas formas de proteger los riñones, aunque los astronautas lograsen llegar a Marte, podrían necesitar diálisis en el camino de vuelta”, dijo al mencionado medio.