Desde el interior de la Amazonía hasta las espesas selvas del norte de Argentina, el tapir amazónico se erige como uno de los tesoros de la fauna en Sudamérica. Considerado como un animal primitivo, su aspecto impresiona por el tamaño, pues es el mamífero autóctono más grande de la región. Lamentablemente, a pesar de su importancia, se encuentra en peligro de extinción, pero no por la naturaleza, sino por la mano del hombre.
Conocer al tapir amazónico es adentrarse en un capítulo vivo de la historia natural en Sudamérica. Este animal, que puede alcanzar los 300 kilogramos de peso y medir hasta 2,5 m de largo, lleva más de 55 millones de años habitando el planeta Tierra. Su presencia en la Amazonía sudamericana es un testimonio de la rica biodiversidad de la región y su crucial papel en el mantenimiento de los ecosistemas forestales.
No obstante, en la actualidad, existen estudios que indican que su área de distribución se redujo en un 50% en los últimos 130 años, lo que terminó por causar que su población quedara restringida al norte de Salta, Formosa, Misiones, Chaco y una pequeña zona del norte de Corrientes. La caza indiscriminada ha hecho que el tapir pierda su antiguo hábitat, que iba desde Guatemala hasta Chile, el sur de Brasil y el norte de Argentina.
Es considerado como un animal primitivo, pues habita la Tierra desde hace 55 años. Foto: TN.
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El tapir amazónico, conocido científicamente como Tapirus terrestris, destaca por su cuerpo robusto y sus patas cortas, adaptaciones perfectas para su vida tanto terrestre como acuática. Su distintivo hocico alargado, similar al de un pequeño elefante, no solo le da un aspecto singular, sino que también es una herramienta vital para su alimentación. Gracias a este, puede arrancar hojas, frutas y ramas que forman la base de su dieta herbívora.
El hábitat natural del tapir amazónico se extiende por varias regiones de Sudamérica. Foto: TN.
La supervivencia del tapir amazónico está cada vez más comprometida. Foto: TN.
Este mamífero exhibe un pelaje oscuro, casi negro, ideal para camuflarse en las sombras del denso bosque tropical. A pesar de su gran tamaño, el cual lo convierte en el más grande de Sudamérica, el tapir amazónico es un animal extremadamente ágil y silencioso, capaz de moverse entre la vegetación sin apenas hacer ruido, lo que lo convierte en un fantasma entre las sombras de la selva.
El hábitat natural del tapir amazónico se extiende por varias regiones de Sudamérica, incluyendo la Amazonía y el Gran Chaco. En Argentina, su presencia es más notable en provincias como Salta, Formosa y Misiones, donde los bosques y ríos proporcionan los recursos necesarios para su supervivencia. En provincias como Salta, fue declarado monumento natural provincial.
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Estos ecosistemas, ricos en biodiversidad, ofrecen alimento, refugio y lugares para la reproducción. El tapir amazónico depende de grandes áreas de vegetación intacta para mantener su modo de vida, lo que lo hace especialmente vulnerable a la deforestación y la fragmentación de hábitats. El territorio donde se le puede ver al tapir amazónico comprende desde Venezuela hasta la Argentina.
El tapir amazónico es conocido científicamente como Tapirus terrestris. Foto: Unsplash.
La supervivencia del tapir amazónico está cada vez más comprometida. La expansión agrícola, la deforestación para ganadería y el desarrollo de infraestructuras reducen drásticamente su espacio vital. Además, la caza furtiva, impulsada por la demanda de su carne y piel, sigue como su principal amenaza.
El tapir amazónico depende de grandes áreas de vegetación intacta. Foto: Unsplash.
Organizaciones como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) están trabajando para proteger al tapir amazónico, implementando proyectos de conservación y promoviendo leyes que prohíban su caza. En específico, la UICN declaró al tapir amazónico como "vulnerable", e insta a la conciencia y la protección de este gigante de Sudamérica, que puede vivir hasta 30 años.