En un mundo de tinieblas donde gigantescas nubes de cenizas u hollín cubrirían el cielo de la Tierra y bloquearan la luz proveniente del Sol —ya sea como consecuencia de una guerra nuclear, el impacto de un asteroide o la erupción de un volcán—, un equipo de científicos ha descubierto que las algas serían el único producto agrícola que podría sobrevivir a la catástrofe global. Así se convertiría en el principal alimento para la especie humana, en un escenario todos los demás alimentos podrían escasear.
Tras analizar sus propiedades, los expertos han descubierto que las algas marinas —conocidas como las verduras del mar—, a diferencia de otros productos provenientes de la agricultura, cumplen con las características necesarias para realizar fotosíntesis incluso cuando el brillo solar es significativamente mínimo. En ese sentido, podría convertirse en el pilar de alimentación de los seres humanos y mantenerlos con vida.
Las algas se podrían convertir en el alimento por excelencia en un evento de bloqueo solar. Foto: National Science Foundation
En el estudio, publicado en Earth's Future, los investigadores construyeron una simulación basada en el alga Gracilaria tikvahiae. Esta especie, comúnmente conocida como grácil hierba roja, es de consumo humano y crece en mares de todo el mundo, por ejemplo, en China y Brasil.
Teniendo a este organismo de referencia, los expertos procedieron a simular cómo sería su ritmo de crecimiento en el fondo del mar en condiciones de emisiones de hollín producidas por un conflicto mundial con miles de armas nucleares.
En ese escenario, se sabe que si las grandes potencias se atacaran entre sí con miles de ojivas nucleares, se podrían expulsar a la atmósfera 150 teragramos (Tg) de emisiones de hollín, bloqueando la luz solar durante décadas.
Sin embargo, los expertos descubrieron que aun así, en esa oscuridad y con gran cantidad de carbono negro en la atmósfera terrestre, todavía existiría suficiente luz solar para que las algas realicen fotosíntesis y crezcan como ningún otro producto agrícola podría.
"El requerimiento de luz de algunas especies de algas para saturar la fotosíntesis podría ser tan bajo como 50 a 100 micromoles de fotones (medida de luz necesaria para las plantas)", señaló el biólogo Michael Roleda, coautor de la investigación. En los trópicos, el mediodía de un día sin nubes puede alcanzar casi 2.000 microfotones, añadió.
La especie de alga Gracilaria tikvahiae. Foto: University of Hawaii
Según el estudio, las granjas de algas marinas podrían proporcionar el equivalente al 45% de la demanda global de alimentos en un plazo de 9 a 14 meses, apenas utilizando las zonas más productivas para el cultivo de algas en el mundo y con la preparación suficiente, ubicadas en latitudes tropicales.
Aunque una dieta basada exclusivamente en algas no es viable para un humano, la intervención de dicho alimento podría evitar aproximadamente 1.200 millones de muertes por hambruna, que representa al 15% de la población mundial, estimado en 8.000 millones de personas. Esto sería aproximadamente como salvar la vida de 1 de cada 8 personas.
El grupo de expertos encontró que todas las algas pueden ser cultivadas en los océanos tropicales incluso después de una guerra nuclear y que,la velocidad de crecimiento de los cultivos aumenta con la gravedad de la catástrofe.
Las algas marinas podrían sobrevivir a una catástrofe global como un impacto de un asteroide o la erupción de un volcán. Foto: Flinders University
Según Roleda, aunque las algas absorberían naturalmente los contaminantes del medio ambiente, las sustancias tóxicas en las algas podrían reducirse a niveles seguros.
"Por ejemplo, se ha descubierto que el procesamiento poscosecha y la preparación previa al consumo, como el lavado y secado, la reacción enzimática y el escaldado o cocción, entre otros, reducen significativamente la concentración de yodo y metales pesados en las algas", sostuvo.
Las algas marinas son una fuente de alimento segura y nutritiva. Según David Denkenberger, profesor asociado de ingeniería mecánica en la Universidad de Canterbury, las algas son una fuente de proteínas y grasas saludables, así como de vitaminas y minerales esenciales.
Sin embargo, pese a esas ventajosas propiedades, su alto contenido en yodo solo podría proporcionar hasta el 15% de la dieta que los humanos necesitamos.