En un artículo de la revista Nature, un equipo de astrónomos informa haber descubierto un inusual sistema estelar de seis planetas que completan una órbita a su estrella en un tiempo proporcional, como si fuese una danza sincronizada perfectamente.
Esta peculiar sincronía de sus órbitas, denominada resonancia, es poco frecuente de encontrar en vecindarios estelares de múltiples planetas. No obstante, los astronómos aseguran que dicha característica brinda luces sobre la evolución de nuestro propio sistema solar.
El sistema, al igual que su estrella, se denomina HD 110076. Se ubica a unos 100 años luz de distancia y en el cielo del hemisferio norte se encuentra cerca de la constelación de Coma Berenices.
Los planetas orbitan la estrella en un tiempo proporcional. Foto: Thibaut Roger / NCCR Planet
Los astrónomos denominan al sistema HD 110067 como el 'sistema solar perfecto' debido a sus giros proporcionales. El primer planeta, por ejemplo, realiza 3 órbitas en el tiempo en que el siguiente completa dos vueltas. Esa resonancia de 3/2 órbitas se repite en los cuatro planetas más internos.
En tanto, en los otros dos planetas más alejados, la resonancia es de 4/3 órbitas, es decir que el penúltimo mundo completa 4 vueltas en el tiempo que el último realiza 3.
La mayoría de los exoplanetas de HD 110067 tienen un tamaño inferior al de Neptuno y poseen atmósferas probablemente extensas. Por esa razón, los científicos esperan estudiarlos con el telescopio espacial James Webb, propiedad de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).
Aunque los astrónomos aseguran que la resonancia no es una característica extraña entre los más de 5.000 exoplanetas descubiertos hasta la fecha, sí es extremadamente insólito encontrarla en un sistema con varios planetas, ya que ello demuestra que no ha sufrido muchos cambios desde su formación, hace más de miles de millones de años.
En ese sentido, puede ser el equivalente a encontrar una especie de fósil astronómico, aseguran los expertos.
"Este sistema tiene una configuración resonante muy delicada, que se ha conservado durante miles de millones de años", señaló Rafael Luque, coautor de la investigación y astrofísico de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos.