Spravato, un spray nasal contra la depresión que fue aprobado en Estados Unidos en 2019, parece tener mejores resultados que la quetiapina, uno de los fármacos más tradicionales para combatir una forma severa de este trastorno, según concluye un estudio reciente publicado en la revista The New England Journal of Medicine.
Inicialmente, este innovador aerosol fue autorizado en dicho país para su uso en personas que padecen depresión resistente al tratamiento o trastorno depresivo mayor, un diagnóstico que se le brinda a los pacientes que no presentan mejoras luego de dos o más tratamientos consecutivos. Al año siguiente, sin embargo, su venta también se autorizó para aquellos individuos que manifiestan pensamientos o comportamientos suicidas.
Actualmente, también se encuentra disponible en los mercados de países de Europa, como España.
El aerosol Spravato, diseñado por la farmaceútica Johnson & Jhonson, tiene como componente base a la esketamina, un fármaco derivado de la ketamina. Se trata de una droga con efectos sedantes y disociativos que tiene un largo historial de empleo para tratar la depresión.
A diferencia de otros antidepresivos que se dirigen a ciertos neurotransmisores del cerebro, la esketamina actúa sobre los receptores de glutamato, el principal neurotransmisor excitador del cerebro.
Asimismo, su uso es vía intranasal porque, así, tiene una acción más rápida y causa menos efectos secundarios.
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El ensayo se llevó a cabo en un grupo de 676 personas adultas con depresión resistente al tratamiento, que se dividió aleatoriamente en dos grupos: 336 utilizaron el aerosol nasal de esketamina y 340 consumieron pastillas de quetiapina.
La quetiapina se trata de un antipsicótico que suele ser recetado en pacientes con depresión mayor, ya que reduce la ocurrencia de alucinaciones que pueden acompañar al trastorno. Se vende en el mercado bajo las marcas de Seroquel.
Tras comparar ambos tratamientos, que estuvieron acompañados por un inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), los médicos identificaron que, en un tiempo de ocho semanas, el grupo que utilizó el antidepresivo intranasal experimentó una remisión de sus síntomas depresivos en un 28% frente al 18% del grupo que tomó quetiapina.
Luego, a las 32 semanas, la remisión continúo aumentando para ambos grupos, mientras que la diferencia entre ambos tratamientos se mantuvo similar, con un 55% frente al 37%.
Asimismo, el porcentaje de las personas que informaron no experimentar ninguna recaída fue mayor con Spravato (22%) que con quetiapina (14%).
Tras estos resultados, Allan Young, director del Centro de Trastornos Afectivos del King's College de Londres, consideró que el spray basado en esketamina debería considerarse una terapia de primera línea.
"Existe un argumento para usar ketamina primero si podemos identificar las características de aquellos que responderían bien", le contó a Gizmodo.