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Ciencia

Transfieren la inmunidad al cáncer de la rata topo a otra especie: ¿se podrá con humanos?

El exitoso experimento arroja esperanzas para disminuir la incidencia de cáncer en humanos.

larepublica.pe
Los ratopines rasurados pueden vivir hasta 40 años. Foto: Adobe Stock

¿En un roedor podría estar la clave para combatir el cáncer? La rata topo desnuda, también conocida como ratopín rasurado, es un pequeño animal que vive en colonias subterráneas, en África. A diferencia de ratones domésticos de tamaños parecidos que solo viven 4 años de edad, la criatura vive 30 años o incluso más. Esta inusual característica ha intrigado a científicos durante años y, finalmente, un equipo logró transferir el gen que la hace posible hacia otros ratones.

La investigación, dirigida por la bióloga Vera Gorbunova, publicada en Nature recientemente, afirma que el ácido hialurónico de alta masa molecular (HMM-HA), componente que permite la resistencia al cáncer y longevidad de la rata desnuda, puede generar los mismos beneficios en roedores de distinta especie, luego de la transferencia del gen que lo produce.

Pese a que aún hay limitaciones sobre los impactos del gen en los organismos distintos, los científicos perciben un panorama positivo. “Estos hallazgos demuestran que el mecanismo de longevidad que evolucionó en la rata topo desnuda puede exportarse a otras especies y abren nuevos caminos para usar HMM-HA para mejorar la esperanza de vida y la salud”, se indica en la publicación.

Los ratopines rasurados viven en túneles subterráneos de hasta 2 metros de profundidad. Foto: Bioparc Valencia

Experimento único

El equipo de investigadores insertó el gen que produce el ácido hialurónico en 90 ratones y comparó los niveles de incidencia del cáncer con ratones no modificados genéticamente. Se registró un 83% de incidencia en el grupo intacto, frente al 49% del otro grupo.

Así también, los ratones que recibieron el gen —denominados superratones— lograron vivir hasta un 12 % más; sin embargo, esta cifra queda pequeña en comparación al 1.000% más que logran alcanzar los ratopines.

El efecto se debe a que los animales modificados genéticamente sintetizan más ácido hialurónico, pero también lo degradan rápidamente, a diferencia de las ratas desnudas que lo acumulan, según explicó Gorbunova a El País. Asimismo, adelantó que su equipo ya viene trabajando en pruebas con fármacos experimentales para disminuir esta degradación natural.

¿Será posible en humanos?

Hace una década, Vera Gorbunova junto a un equipo de científicos identificaron que el ácido hialurónico que producen los ratopines es cinco veces mayor al de las personas y que tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas. Ahora, el reciente experimento es el primero que logró trasladar un mecanismo así de una especie a otra y se espera que pueda ser aplicado en humanos, en un futuro.

La transferencia de los genes hacia humanos aún no se ha intentado; pero, en declaraciones a medios, Gorbunova manifestó que podría llevarse a cabo mediante la administración de los genes en tejidos humanos, con la utilización de vectores de transmisión, como los virus, o nanopartículas. Aún hace falta mayores investigaciones y pruebas que validen la eficacia de esta posible transgénesis en personas, pues el estudio realizado solo abarcó ratones.