Un huevo encontrado en Ganzhou, ciudad al sur de China, alberga el embrión de dinosaurio más preservado jamás descubierto. Este fósil, apodado 'Baby Yingliang', por nombre del museo donde es exhibido, tiene una antigüedad aproximada de 70 millones de años y una postura semejante a la de los pollos cuando se preparan para nacer. Por ello, según los científicos, este hallazgo arroja luz sobre el vínculo entre las aves modernas y dichos animales prehistóricos.
El estudio sobre este fósil, realizado por expertos de Canadá, China y Reino Unido, y publicado en la revista científica iScience, detalla que el esqueleto embrionario está “casi completo, sin mucha alteración post mórtem aparente”; y tiene 23,5 cm de longitud total, “desde la punta anterior del cráneo hasta la última vértebra caudal (sin costillas) conservada”. En tanto, el huevo mide 16,7 cm de largo por 7,6 de ancho.
Embrión de dinosaurio, Baby Yingliang, fosilizado dentro de su huevo. Foto: Wang Yi
El huevo fue hallado en el año 2000, pero estuvo almacenado durante 10 años hasta que un equipo de científicos comenzó a clasificar los fósiles antiguos. Así, tras otra década de investigación, finalmente abrió la pieza prehistórica y se constató la presencia del esqueleto.
El documento, donde se presentan los resultados del estudio, indica que el espécimen es un terópodo (de dos patas y tres dedos funcionales) oviraptórido, una familia de dinosaurios emplumados que se alimentaban de los huevos de otras especies. Estos ancestros de las aves vivieron en lo que hoy es Asia y Norteamérica durante el Cretácico tardío, período que abarcó desde hace 100 a 66 millones de años, es decir, hasta la extinción de los dinosaurios.
Los fósiles de embriones de dinosaurios son extremadamente raros, ya que los huesos de bebes son pequeños y frágiles. Este precedente hace más sorprendente el hallazgo de 'Baby Yingliang', que se encuentra en un estado "exquisitamente preservado", según los autores.
El embrión exhibe una posición enrollada conocida como "plegado": cabeza doblada hacia el vientre, las patas inferiores abiertas y la espalda arqueada a lo largo del romo, tal como se observa en las ilustraciones elaboradas por computadora.
Esta postura, controlada por el sistema nervioso central, es la que se observa hoy en las aves poco antes de la eclosión, el momento en el que la cáscara se quiebra y el animal nace.
"Esto indica que tal comportamiento en las aves modernas evolucionó y se originó por primera vez entre sus ancestros dinosaurios", dijo la coautora Fion Wisum Ma a la agencia AFP cuando se anunció el descubrimiento del embrión, en diciembre del 2021.
La posición adoptada por este oviraptórido es similar a la de las aves antes de la eclosión. Imagen: Lida Xing
La coautora Darla Zelenitsky explicó a CNN que el comportamiento previo a la eclosión no es lo único que las aves modernas heredaron de sus ancestros dinosaurios, ya que los terópodos, como el T. rex, se sentaban encima de sus huevos para incubarlos.
Dada la importancia del fósil para entender esta línea de evolución, los científicos planean utilizar técnicas de escaneo avanzadas, de modo que puedan crear una imagen del esqueleto completo, aún cubierto por rocas.