Una mujer bebía café en su terraza, durante una fría mañana en Alsacia, Francia, cuando escuchó un fuerte ruido en el techo y sintió cómo un objeto rocoso pinchaba sus costillas. Eran las 4 a. m. y la residente tenía un hematoma en la costilla provocado por una extraña piedra que pesaba 50 gramos.
El suceso fue narrado en el diario francés France Bleu Alsace, donde se dio a conocer que la dama —no identificada—, tras el incidente, llevó la peculiar roca a un geólogo e investigador francés, llamado Thierre Rebmann, para que la revisara. Las primeras observaciones apuntaban que podría tratarse de un meteorito.
“Ya es raro encontrar un meteorito, pero, además de estar en contacto directo y que caiga del cielo, es un caso casi único. Hace décadas que no lo tenemos en nuestras regiones”, expresó Rebmann al medio. Sin embargo, posteriormente, la afirmación fue puesta en duda.
Se estima que entre 18.000 y 84.000 meteoritos caen a la superficie terrestre cada año. Foto: Pedro Puente H.
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Según la información recogida por el geólogo, la inusual roca presentaba signos de haberse sobrecalentado en la atmósfera y estaba compuesta por hierro y silicio, principalmente, elementos comunes de los meteoritos.
No obstante, además de que el medio donde fue conocida la noticia indica que hay especialistas que cuestionan la naturaleza del presunto objeto espacial —pese a que no señala quiénes o cómo—, el mismo Rebmann sugirió que no era experto en meteoritos y que otros científicos deberían examinarla.
El portal científico Live Science, que también difundió el suceso, sostuvo que las probabilidades de ser golpeados por un meteorito son astronómicamente escasas porque la mayoría caen en áreas deshabitadas o son extremadamente pequeños. Según las estimaciones presentadas, la posibilidad de que ocurra un accidente así varían de 1 en 1,6 millones a 1 en 840 millones.
Actualmente, se registra solo un caso confirmado de una persona golpeada por un meteorito. El incidente ocurrió en 1954, cuando uno de 3,9 kilogramos atravesó el techo de la casa de Ann Hodges, en Sylacagua, Alabama, y la golpeó mientras dormía.
La roca espacial ocasionó un gigantesco hematoma en el torso de Hodges, quien tuvo que ser hospitalizada.