Biólogos evolutivos han descubierto finalmente a la criatura más antigua en la Tierra, quien también es el pariente vivo más cercano del primer animal del planeta. Se trata de las medusas peine, quienes también son conocidas como ctenóforos, informa un artículo de la revista Nature.
Estos seres acuáticos, poseedores de un sistema nervioso, surgieron hace aproximadamente unos 700 millones de años, mucho antes que los dinosaurios, quienes datan de hace 230 millones de años. Desde entonces y hasta ahora, estos animales traslúcidos y gelatinosos han continuado habitando en las profundidades de los océanos.
El debate científico sobre quién era el animal más longevo ha tenido, durante mucho tiempo, a dos principales candidatos: las medusas peine y las esponjas.
Se creía que las esponjas eras más primitivas que los ctenóforos, ya que, a diferencia de estos, ellas carecían de neuronas y músculos, características complejas comúnmente atribuidas a animales más desarrollados.
Sin embargo, en 2008, la historia dio un giro cuando científicos analizaron fragmentos de ADN de ambas especies e identificaron que las esponjas poseían genes muy similares a los de los ctenóforos.
Por esa razón, sugirieron que las medusas peine en realidad se habrían ramificado antes que las otras criaturas acuáticas.
A partir de entonces, se han publicado diversos estudios que sostienen esta teoría, pero que nunca mostraron evidencia que fuese concluyente. O, al menos, así fue hasta ahora.
Las medusas peine, también llamadas ctenóforos, son seres traslúcidos y gelatinosos que viven en lo profundo del océano. Foto: Petra Urbanek / Wikimedia
En su intento por profundizar en los árboles evolutivos de ambos animales, Daniel Rokhsar, biólogo de la Universidad de California (EE. UU.), ideó un nuevo método que explore los genomas de las medusas peine, las esponjas y otros tres parientes unicelulares cercanos a los primeros animales.
Así, en lugar de comparar genes individuales, como antes se hizo, Rokhsar y su equipo observaron patrones a gran escala en los genomas, el conjunto de genes de los cromosomas, los cuales evolucionan más lento en el tiempo y cuyos cambios son irreversibles.
“A medida que los animales evolucionan, se intercambian fragmentos de ADN, pero los genes a menudo permanecen en el mismo cromosoma. Sin embargo, ocasionalmente, los cromosomas se fusionan y mezclan, lo que permite que los genes se muevan irreversiblemente a un nuevo cromosoma”, explica el portal Science.
La conclusión de este nuevo estudio, publicado el pasado 17 de mayo, fue que el antepasado de las medusas peine fue el primero en separarse del ancestro de todos los animales, por eso sería nuestro pariente vivo más antiguo.
Casey Dunn, biólogo evolutivo de la Universidad de Yale, que no participó en la investigación, sostiene que “comprender estas relaciones más profundas en el árbol de la vida animal” ayudarán a “reconstruir la historia del origen y la evolución de muchos rasgos complejos como el sistema nervioso y la simetría animal”.
Con información de Science y Scientific American