El cometa verde —cuyo nombre oficial es C/2022 E3 (ZTF)— continúa manteniendo en vilo a astrónomos y aficionados a medida que aumenta su brillo y se aproxima cada vez más a la Tierra. La visita del cuerpo helado, pronosticada para enero y febrero de 2023, será un evento histórico, ya que solo ocurre cada 50.000 años.
Ahora, si te preguntas por qué este objeto astronómico tarda tanto tiempo en orbitar al Sol a comparación de otros, como el cometa Halley (el cual se observa cada 76 años), la respuesta está en que proviene de los confines del sistema solar.
Los cometas (cuerpos de hielo, roca y gas) se originan en zonas del sistema solar cuya temperatura se ubica por debajo de los 0° C. Atraídos por la gravedad del Sol y los planetas, abandonan su cuna cósmica y comienzan un viaje elíptico que puede durar un par de décadas como cientos de miles de años.
Dado que esta tarda 50.000 años en darle una vuelta entera al Sol, se le conoce como un “cometa de periodo largo”. Hay otros cuyo recorrido es menor y son conocidos como "cometas de periodo corto", tal como Halley.
Según la NASA, los cometas de periodo largo provienen de la Nube de Oort, una esfera que engloba a todo el sistema solar como si fuese una cáscara y que está compuesta de otros miles de millones de objetos helados.
La Nube de Oort, compuesta de miles de millones de cometas, envuelve como una cáscara a todo el sistema solar. Foto: BBC Night Sky
Esta estructura cósmica comienza a una distancia 400 veces más lejos de la que alcanza el planeta enano Plutón en su punto más lejano al Sol, el cual equivale a 50 unidades astronómicas (ua). Para entender esa escala, resulta necesario saber que 1 ua equivale a la distancia que separa a la Tierra del astro rey.
Este miércoles 1 y jueves 2 de febrero de 2023, el cometa verde alcanzará su máximo acercamiento a la Tierra (perigeo), cuando sobrevuele a 42 millones de kilómetros de distancia.