La Luna no es simplemente un objeto astronómico que embellece el cielo nocturno de la Tierra, sino un elemento clave para que la vida en nuestro planeta sea tal como la conocemos. Cuando miramos al cielo damos por sentada su presencia, pero ¿qué pasaría si de pronto desapareciera?
Aunque no existe ninguna amenaza real que destruya el satélite natural, los científicos saben muy bien cuáles serían los efectos directos en la Tierra si este hipotético escenario se cumpliese.
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La Luna y la Tierra ejercen una atracción gravitacional entre sí. En el planeta azul, dicha fuerza hace que los océanos tengan mareas altas tanto del lado más cercano al satélite como del lado más alejado. En los otros extremos, mientras tanto, las mareas son bajas.
Ahora, sin la presencia de un satélite natural, las mareas altas y bajas se reducirían a la mitad de su tamaño, ya que la única fuerza que los movería sería la gravedad de nuestra estrella, según la Administración Nacional Oceánica y Atmósferica de EE. UU. (NOAA).
Si bien el Sol es 27 millones de veces más masivo que la Luna, se encuentra 390 veces más lejos con respecto a la Tierra, lo cual hace que su influencia gravitatoria sea menor.
Las mareas agitan material en los océanos, lo que permite que los ecosistemas costeros prosperen. Si no sucediese este movimiento, podría conducir a extinciones masivas de diversas especies animales.
Con su fuerza gravitatoria, la Luna ocasiona las mareas de los océanos de la Tierra. El sol también ejerce esta fuerza, pero en menor medida. Foto: Sailand Trip
La gravedad de la Luna ralentiza la rotación terrestre.
Hace 4.5000 millones de años, cuando el satélite recién se había formado y estaba más cerca de nuestro planeta, los días eran extremadamente cortos. Sin embargo, con el pasar de los años, mientras el satélite continuaba alejándose, los días empezaron a ser más largos, hasta durar casi 24 horas.
Si la Luna no existiese, los días terrestres durarían menos tiempo y, por esa razón, un año terrestre también tendría una mayor cantidad de días.
Hace más de 2.400 millones de años, los días en la Tierra eran más cortos y la Luna estaba más cerca. Foto: Dan Collier
La Tierra posee sus cuatro estaciones debido a que está inclinada 23,5 grados con respecto a su eje de rotación. Esta posición se mantiene estable gracias a la atracción gravitatoria de la Luna.
Sin embargo, si el satélite desapareciera, la inclinación del planeta variaría considerablemente hasta hacer que no existan estaciones o que estas sean extremas, tal como ocurre en Marte.
Inclinación de la Tierra con respecto al plano en el que orbita alrededor del Sol. Foto: Inside Science / captura