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Ciencia

¿Qué pasó con Eris, ‘el décimo planeta del sistema solar’?

Eris, que incluso tiene su propia luna, fue descubierto más allá de la órbita de Plutón. Sin embargo, en la actualidad, ninguno de los 2 es considerado planeta. ¿Qué sucedió?

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Impresión artística de Eris, el cuerpo celeste que finalmente fue clasificado como planeta enano. Imagen: ESO/L. Calçada

En 2003, un equipo de astrónomos que utilizaba el Observatorio Palomar, en Estados Unidos, observó por primera vez un cuerpo celeste que más adelante sería bautizado Eris. Dos años más tarde, cuando se confirmó su descubrimiento, marcó el inicio de un intenso debate en la comunidad científica.

Algunos astrónomos no tenían problemas con que Eris se convierta en el décimo planeta del sistema solar, ya que incluso parecía más grande que Plutón, hasta ese entonces el noveno planeta de nuestro vecindario cósmico. Sin embargo, esto motivó que otros expertos plantearan la necesidad de delimitar mejor la definición de planeta.

El debate tuvo tal trascendencia que motivó una conferencia de la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés) en Praga, República Checa.

Al final de la conferencia, los miembros de la IAU votaron por excluir a Eris y Plutón de la categoría de planeta. Ambos cuerpos celestes pasaron a ser considerados planetas enanos.

¿Por qué Eris y Plutón no son planetas?

Para sustentar su decisión la IAU publicó las tres condiciones principales para que un objeto astronómico sea considerado un planeta de nuestro sistema solar.

  • Orbitar alrededor del Sol.
  • Poseer una masa suficientemente grande de modo que le brinde una forma redonda (gracias al efecto de la gravedad).
  • Tener una gravedad suficientemente fuerte como para despejar los demás objetos de su órbita.

Tanto Eris como Plutón cumplen con los dos primeros requisitos, pero fallan en el tercero. Ambos conviven con otros objetos de tamaño considerable.

Eris y su luna Dysnomia. Foto: NASA / ESA

El planeta que nunca fue

El helado planeta enano Eris tarda 557 años terrestres en completar una sola vuelta alrededor del Sol. El plano de la órbita de Eris se extiende mucho más allá del Cinturón de Kuiper, una zona de restos helados más allá de la órbita de Neptuno.

Este planeta enano está a menudo tan lejos del Sol que su atmósfera se derrumba y se congela en la superficie a modo de esmalte helado. Este revestimiento brilla intensamente y refleja tanta luz del sol como la nieve recién caída.

Los científicos creen que las temperaturas superficiales varían entre -217 a -243 grados Celsius. La delgada atmósfera se derretirá en unos cientos de años a medida que Eris se acerque al Sol (debido a su órbita excéntrica), dejando al descubierto una superficie rocosa, que los científicos creen que es similar a la de Plutón.

Órbita de Eris, Plutón y los planetas del sistema solar. Imagen: NASA

Como Eris es demasiado pequeño para poder ser visto con claridad, los científicos utilizaron su diminuta luna Dysnomia para medirlo. Dysnomia tiene una órbita casi circular que dura unos 16 días. Todos los asteroides en el cinturón de asteroides cabrían fácilmente en el interior Eris. Sin embargo, Eris, como Plutón, es todavía más pequeño que la Luna de la Tierra.

Originalmente designado 2003 UB313 (y apodado como la guerrera de televisión Xena por su equipo de descubrimiento), Eris es el nombre de la antigua diosa griega de la discordia y la contienda. El nombre se explica, ya que Eris se mantiene en el centro de un debate científico acerca de la definición de un planeta.

Con información de Europa Press.