Una nave enviada por la NASA va directo a estrellarse contra un asteroide y así desviar su actual trayectoria. Dicha maniobra, nunca antes intentada, será la primera demostración de qué tan preparados estamos para defender la Tierra ante este tipo de amenazas espaciales. Se trata de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) y está a punto de llegar a su momento definitivo.
Han pasado 10 meses desde su lanzamiento desde California, Estados Unidos, y ahora la agencia espacial se prepara para la colisión, programado para este lunes 26 de septiembre a las 7.14 p. m. hora local (6.14 p. m. en Perú).
El objetivo elegido para este ensayo histórico es Dimorphos, un asteroide de 160 metros de diámetro que orbita alrededor de otra roca más grande, Didymos, de 780 metros. Este sistema binario es considerado cercano porque cruza la órbita de la Tierra. Sin embargo, actualmente no representa un peligro para nuestro planeta, destaca la NASA.
La nave DART despegó el 24 de noviembre de 2021 con rumbo al asteroide Dimorphos. Fotocaptura: NASA
Un día antes del impacto, un equipo de científicos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, quienes dirigen la misión, ordenarán que la nave inicie navegación autónoma hasta su destino.
En el último tramo, la sonda de 570 kilogramos acelerará hasta alcanzar una velocidad de 6,6 kilómetros por segundo y chocará de forma casi frontal contra Dimorphos, cuya masa se estima en 5.000 millones de kilogramos.
El acontecimiento será registrado desde dos ángulos: DRACO, la cámara al interior de DART, mostrará en tiempo real el acercamiento al asteroide hasta el momento de impacto. En tanto, un minisatélite llamado LICIACube, desplegado desde la nave el pasado 11 de septiembre, grabará el choque a 55 kilómetros de distancia, así como el cráter resultante.
Así será la misión DART. Infografía: AFP
Tras el impacto, se espera que Dimorphos cambie su órbita alrededor de Dydimos.
Actualmente, Dimorphos completa una órbita alrededor del cuerpo más grande en 11 horas y 55 minutos. Para los científicos, la misión será exitosa si se altera ese período en al menos 73 segundos, lo cual sería un claro indicio de la modificación de su trayectoria.
La colisión ha sido planificada para que suceda cuando el sistema binario de asteroides se encuentre cerca de su punto más próximo a nuestro planeta, a una distancia de 11 millones de kilómetros, de modo que los telescopios en tierra sean capaces de verificar la eventual desviación de Dimorphos.
Con ello, se confirmaría la capacidad de desviar la trayectoria de un cuerpo celeste mediante esta técnica de defensa planetaria llamada impactador cinético.