En los últimos años, distintos productos de belleza, como mascarillas, humectantes, cremas de noche, gotas para los ojos y otros, resaltan entre sus componentes al ácido hialurónico (AH).
Pero no te asustes por su nombre. El ácido hialurónico es un compuesto natural que revitaliza significativamente la piel humana, una propiedad por la cual, algunos dermatólogos, la califican como una sustancia mágica.
El ácido hialurónico es una molécula que es producida por la piel naturalmente y ayuda a retener el agua y el colágeno. De ese modo, el órgano más grande del cuerpo humano luce más brillante, húmedo e hidratado.
Las moléculas AH también se encuentran en los ojos y el líquido sinovial de las articulaciones.
Sin embargo, a medida que envejecemos o nuestra piel es dañada por un clima más severo, el ácido hialurónico, así como el colágeno, disminuye en nuestro organismo. Como consecuencia, la piel humana pierde volumen, hidratación y tersura.
Por esa razón, ahora se venden productos de cuidado personal con ácido hialurónico que pueden ser aplicados tópicamente (en la superficie de la piel), así como a través de inyecciones.
Según Grand View Research, una firma de investigación de ventas, el mercado de los productos con ácido hialurónico fue de 8.900 millones en 2021 y se prevé que experimentará un crecimiento anual del 7,45% hasta 2030.
Cuando se utilizan productos con las moléculas de AH, el principal beneficio es que la velocidad a la que nuestra piel pierde agua disminuye significativamente.
Según los científicos, la efectividad del tratamiento con AH es más notoria cuando se aplica en forma de gel inyectable y no con cremas tópicas, ya que así las moléculas pueden penetrar más profundamente la piel.
Según la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, el uso de productos con ácido hialurónico también ayuda a flexibilizar la piel, reducir la prominencia de las arrugas y aliviar el dolor de las articulaciones.