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Ciencia

Hallan “polvo de estrellas” más antiguo que el Sol en restos de un asteroide

Las muestras fueron traídas por una sonda japonesa desde un asteroide cercano a la Tierra. El nuevo hallazgo es clave para entender cómo se formó nuestro sistema solar.

larepublica.pe
Cápsula con material del asteroide Ryugu que es analizado en laboratorio. Foto: JAXA

Muestras traídas a la Tierra desde el asteroide Ryugu por la misión japonesa Hayabusa 2 revelan la presencia de granos microscópicos de material más antiguo que el propio Sol y, por tanto, anteriores al sistema solar. Esta es la conclusión de un nuevo estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters.

Los autores de la investigación, un equipo internacional dirigido por Jens Barosch y Larry Nittler del Carnegie Institution for Science, explican que estos granos son en realidad “polvo de estrellas” que explotaron y aportaron parte de los componentes que formaron nuestro sistema solar.

Llamado así por un cuento popular japonés, Ryugu es un objeto cercano a la Tierra con forma de peonza que gira alrededor del Sol cada 16 meses. En tanto, Hayabusa 2 fue la primera misión en traer muestras a nuestro planeta desde un asteroide primitivo, lo que ofrece una visión única de la composición química de ese material antiguo.

Representación de la nave sobre el asteroide Ryugu. Foto: JAXA

“Diferentes tipos de granos presolares se originaron a partir de diferentes tipos de estrellas y procesos estelares, que podemos identificar a partir de sus firmas isotópicas”, explicó Barosch en un comunicado. Los isótopos son versiones de elementos con el mismo número de protones, pero diferente cantidad de neutrones.

“La oportunidad de identificar y estudiar estos granos en el laboratorio puede ayudarnos a comprender los fenómenos astrofísicos que dieron forma a nuestro sistema solar, así como a otros objetos cósmicos”.

Reconstruyendo el origen del sistema solar

Cada generación de estrellas siembra la materia prima de la que nace la siguiente generación. Como un ave fénix resurgiendo de las cenizas, nuestro Sol se originó hace más de 4,500 millones de años, cuando una explosión de supernova arrojó elementos a una nube preexistente de gas y polvo, que terminó colapsando sobre sí misma debido a la gravedad y formó al astro rey.

Los restos de este proceso formaron un disco giratorio de material alrededor del bebé Sol. A partir de ello, se fusionaron los planetas y otros objetos, incluidos los cuerpos progenitores, que eventualmente chocaron entre sí y se separaron para convertirse en asteroides y meteoroides.

Los astrónomos teorizan que la Tierra y los demás planetas de nuestro Sistema Solar se formaron de una nebulosa solar, que luego dio origen a un disco planetario alrededor de la estrella. Foto: ESO / L. Calcada

Las evidencias de Hayabusa 2 permiten a los científicos investigar la composición de Ryugu con sofisticados instrumentos microanalíticos y compararlo con los elementos encontrados en meteoritos primitivos llamados condritas carbonáceas, que colisionaron contra la Tierra.

El equipo detectó todos los tipos de granos presolares previamente conocidos, incluida una sorpresa, un silicato que se destruye fácilmente mediante el procesamiento químico que se espera que haya ocurrido en el cuerpo principal del asteroide. Se halló en un fragmento menos alterado químicamente, que probablemente lo protegió de tal actividad.

“Las composiciones y abundancias de los granos presolares que encontramos en las muestras de Ryugu son similares a las que hemos encontrado previamente en las condritas carbonáceas”, explicó Nittler.

“Esto nos brinda una imagen más completa de los procesos formativos de nuestro sistema solar que pueden comprobarse con modelos y experimentos futuros en muestras obtenidas por Hayabusa 2, así como otros meteoritos”, finalizó.

Con información de Europa Press