El telescopio espacial James Webb ha sufrido varios impactos de micrometeoritos (meteoritos diminutos) desde que fue lanzado al espacio, en diciembre de 2021. Esto había sido previsto por los ingenieros de la misión, pero lo que no esperaron fue que una de estas rocas tenga un tamaño tan grande.
Ahora, un amplio informe elaborado por investigadores de la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense revela que aquel gran impacto ha causado un daño “irreparable” en uno de los espejos del telescopio.
El mencionado documento contiene imágenes que muestran el daño en el espejo C3 (en la parte inferior derecha). El impacto aparece como una abolladura blanca y brillante que resalta sobre la superficie.
Un comunicado de la NASA, emitido en junio, ya había mencionado las colisiones de micrometeoritos en el James Webb, pero aseguraron que no suponían mayor preocupación.
Sin embargo, el reciente informe detalla que “de los seis impactos de micrometeoritos detectados hasta ahora, cinco tuvieron efectos insignificantes. Por el contrario, el micrometeorito que alcanzó el segmento C3 entre el 22 y 24 de mayo de 2022 causó un cambio significativo e irreparable en el estado general de ese segmento”.
La imagen de la derecha muestra cómo quedó el espejo C3 después del impacto. Fotos: NASA
Los 18 espejos cubiertos de oro del James Webb conforman su panel primario de 6,5 metros. Estas sorprendentes dimensiones le permiten captar el universo con una profundidad y nitidez sin precedentes.
A pesar del notable impacto, el documento detalla que el rendimiento del telescopio no ha desmejorado. De hecho, supera las expectativas en “casi todos los ámbitos”, indica el informe.
“El telescopio espacial James Webb se concibió ‘para permitir avances fundamentales en nuestra comprensión de la formación y evolución de galaxias, estrellas y sistemas planetarios’. Ahora sabemos con certeza que lo hará”, indican los autores.
Nebulosa de Carina, captada por el James Webb. Foto: NASA
No obstante, el tamaño del Webb, casi tres veces más ancho que el telescopio Hubble, característica que lo vuelve tan poderoso, también lo deja vulnerable a los millones de restos dejados por el paso de cometas y asteroides.
Por ello, los ingenieros de la misión pusieron a prueba los espejos del Webb en el laboratorio, donde los golpearon con objetos con la velocidad y el tamaño de los micrometeoritos que abundan en el espacio.
Sin embargo, lo que han observado desde que el telescopio llegó a su órbita actual (a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra) sugiere que es “más susceptible a daños por micrometeoritos” de lo que predijeron sus modelos por computadora.
La NASA y las demás agencias espaciales que operan el Webb tienen mucho trabajo por delante, ya que deben calcular el riesgo de encuentros futuros del telescopio con las nubes de partículas, entre ellas, las del cometa Halley, por la que pasará en mayo de 2023.