Un “mundo oculto” de animales marinos ha sido descubierto después de perforar 500 metros de hielo en la Antártida. Este ecosistema de anfípodos, criaturas pequeñas de la misma familia que las langostas, los cangrejos y los ácaros fue hallado dentro de una gigantesca caverna submarina, anunciaron científicos de Nueva Zelanda.
El hallazgo de vida a tal profundidad ha sido una completa sorpresa para los expertos, quienes exploraban un río subterráneo bajo la plataforma de hielo Ross (parte oriental del continente blanco) para investigar el derretimiento en esta zona.
Un enjambre de diminutos animales submarinos fue captado a 500 metros de profundidad de la Antártida. Foto: NIWA / Craig Stevens
“Poder observar y tomar muestras de este río fue como ser el primero en ingresar a un mundo oculto”, dijo a The Guardian Huw Horgan, glaciólogo de la Universidad Victoria de Wellington y líder del Instituto Antarctica New Zealand, organización que promovió la expedición.
En 2020, Horwan detectó el río subterráneo tras analizar varias imágenes satelitales de la Antártida, por lo que propuso perforar cientos de metros de hielo y ubicar varias cámaras en el canal submarino. Sin embargo, no esperaban encontrar seres vivos.
“Hemos hecho experimentos en otras partes de la plataforma de hielo y pensamos que teníamos las cosas bajo control, pero esta vez surgieron grandes sorpresas”, sostuvo el profesor Craig Stevens, oceanógrafo físico del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA).
“Durante un tiempo, pensamos que algo andaba mal con la cámara, pero cuando mejoró el enfoque, notamos un enjambre de artrópodos de alrededor de 5 milímetros de tamaño”, añadió. “Estábamos saltando de alegría porque tener todos esos animales nadando alrededor de nuestro equipo significa que claramente hay un ecosistema importante allí”.
Techo de la caverna submarina donde fueron encontradas las criaturas. Según los científicos, se parecía a una catedral. Foto: NIWA / Craig Stevens
Si bien señalan que estos animales pueden no ser nuevos para la ciencia, resulta interesante saber “de dónde proviene su comida y por qué su presencia fue tan variable durante los 10 días” de observación, señaló el oceanógrafo.
Asimismo, según el equipo científico, la caverna submarina donde fueron encontrados los animales se asemeja a una catedral, ya que su techo de hielo era accidentado, con ondulaciones pronunciadas.
Los expertos continuarán estudiando este nuevo ecosistema, puesto que quieren comprender cómo es que persisten los nutrientes a esa temperatura y profundidad del mar. No obstante, también se mostraron preocupados porque estos entornos ocultos se encuentren en riesgo por el calentamiento a causa del cambio climático.
Campamento base del equipo científico de perforación del hielo en la Antártida. Foto: Craig Stevens