Un equipo científico liderado por el Dr. Nicola Mumoli, del Hospital Fornaroli en Magenta, Italia, sugirió que la inmunidad natural al SARS-CoV-2 parece otorgar un efecto protector durante al menos un año, periodo similar a los beneficios de las vacunas. En ese sentido, establecieron que las reinfecciones de COVID-19 tras la recuperación son eventos raros.
Los detalles de la investigación sanitaria pueden ser leídos en la revista JAMA Internal Medicine.
El Dr. Mitchell Katz, de la Corporación de salud y hospitales de la ciudad de Nueva York, había escrito que falta averiguar si esta inmunidad también se refleja cuando nos invaden nuevas variantes. Según sus palabras, la vacunación, sobre todo, es la garantía del bienestar social.
De inmediato, puso como ejemplo a la viruela, enfermedad erradicada por vacunas, e hizo un balance comparándolas a la inmunidad colectiva mediante las infecciones naturales “de un proceso largo y doloroso”.
Para conseguir nuevos datos, los expertos rastrearon infecciones en 15.000 residentes de la región de Lombardía, en Italia, con pruebas de PCR tomadas desde inicios de 2020 hasta febrero de 2021.
Entre ellos, 1.579 personas dieron positivo por COVID-19. Solo cinco individuos de ese total (0,31%) se volvieron a contagiar y, de los mismos, cuatro recurrieron a un hospital.
Destacaron que una reinfección era considerada como tal si aparecía en al menos 90 días después de la primera infección. Esto evitó confusiones en los análisis.
Los firmantes del estudio, más adelante, descubrieron que el promedio de reinfecciones se extendió a 230 días. Pese a ello, Mumoli y sus colegas aclararon que omitir la inoculación anti-COVID-19 sería un error, porque aún faltan dar más detalles de cómo las variantes cambiarán el panorama.