El 10 de febrero de 2009, una nave espacial captó algo que ningún humano antes había presenciado: una vista desde la Luna en el momento en que la Tierra ocultaba al Sol, lo que desde nuestro planeta se ve como un eclipse lunar.
Esa fecha, la sonda japonesa Kaguya estaba orbitando la Luna como lo hacía desde 2007. De pronto, el lado nocturno de la Tierra comenzó a ascender sobre la superficie lunar oscurecida, pero esta vez no se veían las luces de las ciudades, sino una esfera negra con un anillo dorado a su alrededor.
Secuencia de imágenes captada por Kaguya. De izquierda a derecha, la Tierra asciende sobre la superficie lunar. Fotos: JAXA
Al final de la secuencia de imágenes (de izquierda a derecha) captada por la telecámara de la nave, se observa el resplandor de la parte del disco solar que no estaba oculta por el planeta. Dado que la estrella ilumina la atmósfera de la Tierra, se filtra suficiente luz para crear un “anillo de diamantes”, como lo llamó la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
La JAXA indicó que la secuencia de imágenes corresponde a un lapso de 47 segundos.
En ese momento, la Luna estaba en la sombra parcial generada por la Tierra (penumbra). Por tanto, en el lado nocturno de nuestro planeta se estaba presenciando un eclipse lunar penumbral. Durante este evento, el lado visible del satélite natural se oscurece levemente.
Eclipse lunar penumbral captado en Macedonia en 2016. Foto: Stojan Stojanovski
Desde la perspectiva de la Luna, estaba ocurriendo un eclipse solar parcial. Sin embargo, cuando este fenómeno se observa en la Tierra (la Luna oculta al Sol), el satélite natural luce un tamaño similar al disco solar.