Un equipo de científicos del Centro de Inmunología e Inflamación en los Institutos Feinstein de Investigación Médica, en New York, Estados Unidos, analizó el consumo de alcohol excesivo y observó que se altera una proteína cerebral (tau) relacionada a la gravedad y la aparición temprana del alzheimer (EA).
El artículo está publicado en la revista Molecular Neorobiology con el nombre “Papel potencial de CIRP extracelular en la enfermedad de Alzheimer inducida por alcohol”, donde los investigadores analizaron la neuroinflamación aguda como consecuencia de la intoxicación por bebidas etílicas y el deterioro cognitivo.
Esta proteína de nombre tau se encuentra en las neuronas. Las macromoléculas en cuestión, en efecto, están en la mira de los especialistas médicos por ser consideradas pistas de alzheimer cuando se comportan anormalmente.
Al mutar la estructura de tau, debido a una desbordante ingesta de alcohol, el cerebro altera sus químicos. Esto es descrito por el Dr. Max Brenner, profesor asistente de los Institutos Feinstein, quien informa también que el consumo de sustancias etílicas producirían atrofia cortical, un síndrome degenerativo del sistema nervioso.
Los síntomas de la atrofia cortical son, según la Mayor Clinic de Estados Unidos: desconocer rostros familiares, incapacidad para calcular distancias y dificultades en la lectura.
Asimismo, Brenner aseguró que una fuerte dosis de alcohol en ratones les causó deterioros en la memoria y cambios significativos en el hipocampo, una región del cerebro encargada de los estímulos, las emociones y el aprendizaje.
Cerebro. El sistema límbico regula las necesidades fisiológicas como el apetito y el deseo sexual | Foto: Bruce Blaus / Creative Commons
“Cuando las células detectan condiciones potencialmente dañinas, como la exposición al alcohol, liberan moléculas (...) para alertar a otras células cercanas”, comentó el experto. De esa forma, las defensas luchan por superar situaciones estresantes. Luego, otras proteínas ocupan el cerebro y puede que a la persona le falte oxígeno.
A nivel mundial, aproximadamente, 50 millones de personas sufren de alzheimer u otros males degenerativos, calcula la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según la ONU, en 30 años la cifra podría triplicarse.
Infografía sobre demencia y salud pública | Foto: OMS
Naciones Unidas, asimismo, informó que hay 700 millones de personas en el planeta con más de 60 años. Se prevé que la cantidad aumente a 2.000 millones en el 2050. De allí radica la importancia de priorizar las políticas de salud mental porque esta clase de demencia es la principal deficiencia neurológica de los adultos mayores.
El equipo de Feinstein necesita continuar con los experimentos que conlleven a un estudio de fases más avanzadas. En aras de conseguirlo pronto, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos ofrecieron una subvención económica de $ 419.000.
“Los estudios en etapa temprana sugieren que el alcohol agrava la deposición de beta amiloide (proteína esencial para la transmisión de información entre neuronas y relacionada al mal de Alzheimer)”, acotó Brenner.