Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que un 80 % de los infectados con el nuevo coronavirus son asintomáticos o superan la infección sin tener que ser hospitalizados. Esta es precisamente la “táctica” que usa el SARS-CoV-2 para pasar desapercibido y continuar propagándose, afirma el virólogo José Antonio López Guerrero.
En entrevista para El País, el experto sostiene que el virus “no va a desaparecer” y, que por el contrario, se quedará y se convertirá en una enfermedad estacional. Esto se explica porque, según López, “que las personas sigan haciendo vida normal sin enterarse es lo ideal para un virus” como el de la COVID-19.
“A un virus no le interesa ser muy agresivo porque se detecta y la gente se aísla. A un virus le interesa replicarse, pasar desapercibido y que las personas infectadas lo transmitan lo más posible”, detalla.
De hecho, advierte López, en los brotes más agresivos, los brotes son más pequeños. Es el caso del ébola, cuya mortalidad es del 80 % en algunos países y las propagaciones suelen ser violentas y reducidas.
“Los virus tienden a adaptarse al organismo que infectan, no a destruirlo. Toda la evolución que se ha visto con otros virus es que al final el virus se ha adaptado, ha perdido virulencia, y vive en armonía con el hospedador que infecta”, indica.
Diversos estudios han identificado mutaciones en el genoma del SARS-CoV-2. De acuerdo con el virólogo, esta es una señal de lo que intenta hacer este coronavirus para perpetuarse.
En ese sentido, el especialista considera que la COVID-19 se convertirá en una enfermedad estacional. Sin embargo, esto no va a depender necesariamente de los síntomas que provoque.
“Está tan extendido que se va a quedar. Tiene tal capacidad para dispersarse que ya no va a desaparecer”, enfatiza.
A algunos les puede afectar más y a otros no. Lo que es casi seguro, dice, es que, en verano, el coronavirus perderá su capacidad de infectar y de expandirse debido a la luz de la estación, el calor y a que nuestro cuerpos va a desarrollar más defensas. No obstante, la siguiente temporada, regresará.
“Y que el virus desaparezca o no este verano dependerá también de nuestra responsabilidad ante las medidas de contención”, expresa.
López concluye que es necesario optar por medidas adecuadas que eviten o contengan la propagación del coronavirus. No tanto por evadir las infecciones, ya que inevitablemente todos se enfermarán, sino para que los hospitales no terminen colapsados y el proceso sea gradual.
“Este virus se transmite por contacto. Si eliminas el contacto, eliminas el virus. Hay virus que se transmiten por contacto sanguíneo, como el VIH o la hepatitis C. Pero este virus se transmite por proximidad (...). Si evitamos esta movilidad, funciona”, reflexiona.