Un grupo internacional de científicos encontró en la saliva y heces de decenas de murciélagos capturados en Birmania seis especies antes desconocidas de coronavirus. Los resultados del estudio fueron publicados en un artículo en la revista PLOS One.
De esas nuevas cepas, unas tres han sido identificadas como “alfa-coronavirus”, y las otras restantes como “beta-coronavirus”. Sin embargo, los expertos recalcaron que no todas las especies tenían ejemplares infectados o eran portadores de este mal.
El estudio se encargó de analizar a 759 especies, de ellos solo 48 fueron detectados con el virus. Los investigadores alertaron sobre el peligro que conlleva el “contacto cada vez más cercano con la vida silvestre”.
“El cambio permanente en el uso de la tierra sigue siendo un importante impulsor de la aparición de enfermedades zoonóticas en Birmania”, sostiene el equipo, en referencia a las infecciones que pueden transmitirse a los humanos a través de animales.
Para el autor de la investigación, el virólogo veterinario Marc Valitutto, “las pandemias víricas recuerdan lo estrechamente que está vinculada la salud humana con la salud de la vida silvestre y el medio ambiente”, así lo sostiene en el portal web del Instituto Smithsoniano de Washington.
Valitutto destacó que los seres humanos interactúan constantemente y cada vez más con la vida silvestre, por lo que “mientras más comprendamos acerca de estos virus en los animales, lo que les permite mutar y cómo se propagan a otras especies, mejor podremos reducir su potencial pandémico”.
Los estudios de campo de esta investigación se realizaron en Birmania entre los años 2016 y 2018, antes de la aparición del brote de la COVID-19 en el mundo. Estos investigadores instalaron trampas en diferentes cuevas del país, pero enfocaron sus análisis en aquellas zonas en donde es más probable que los humanos tengan contacto con los murciélagos en su ambiente natural.