Decenas de seguidores lo despidieron en Huachipa. Ayer por la tarde fue enterrado el Rey del Bolero en olor de multitud. Antes recibió una condecoración de manos del alcalde de Lima y fue nombrado embajador póstumo de Valparaíso por el alcalde de esa ciudad chilena. En medio de una gran cantidad de seguidores, amigos y familiares, los restos del Rey del Bolero, Lucho Barrios, fueron enterrados ayer por la tarde en el cementerio Mapfre de Huachipa. El féretro con el cuerpo del fallecido cantante dejó desde tempranas horas las instalaciones del Museo de la Nación, donde fue velado días atrás, y fue llevado a la Municipalidad de Lima, donde recibió una condecoración póstuma. Aquí estuvo presente el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, quien mostró su gratitud a Lucho Barrios por hacer conocida a esta ciudad chilena en todo el mundo. “Me siento poseedor de un saludo y un abrazo de un pueblo al cual represento y que además logró ser conocido por la presencia de Lucho. Vamos a considerarlo embajador póstumo de Valparaíso. Fue un senador de la paz. Cantó en nuestros bares y carpas. Prácticamente fue un hombre de nuestra ciudad”, refirió. Posteriormente, los restos de Barrios fueron conducidos a la Iglesia de las Nazarenas, donde se celebró una paraliturgia. El ataúd fue cargado después por varios seguidores del artista que entonaron a voz en cuello sus temas, como el clásico “Mi niña bonita”. Desde allí, decenas de fanáticos partieron al cementerio Mapfre de Huachipa para darle el último adiós. Momentos emotivos Ya en el camposanto, varios compañeros del cantante se emocionaron hasta las lágrimas. Su mejor amigo, Pedro Otiniano, interpretó el tema “Amigo” de Roberto Carlos, y dijo que su despedida fue más triste que enterrar a un hijo. Por su parte, Manuel Ortiz, uno de los integrantes del trío Los Morunos, manifestó que algún día los artistas lograrán el gran sueño de Lucho Barrios: una pensión vitalicia para ellos. Quien habló más sobre este tema fue Lucho Barrios Jr, hijo del intérprete: “Me da pena, porque yo también soy músico y veo que aquí no hay la ley del artista. Yo vivo en Estados Unidos y ahí sí se respeta”, señaló. Sus seres queridos Zenobia Cáceres, su viuda, dijo que “extrañará mucho a su gordo”. “Fue el amor de mi vida”, añadió. Al despedirse de su padre, los tres hijos del intérprete de “Marabú”, Milagros, Armando y Lucho hijo, rompieron en llanto.