Brenda Mau promete volver sin asfixiantes exclusividades. Cantante pasó mal rato en ex hospital del niño, donde pequeños la esperaron en vano por culpa de su contrato con televisora. El cuarto día de Brenda Mau en suelo peruano estuvo teñido por un bochornoso incidente en el Instituto Nacional de Salud del Niño, a donde acudió para visitar el Pabellón de Niños Quemados, plan que finalmente no se cumplió. La cita prevista para las 10 de la mañana se empañó cuando el grupo de niños que la esperaban en el hall principal fueron llevados a sus dormitorios después de una hora de espera. Luego se sabría que la rigurosa exclusividad que la liga con ATV quiso impedir que Brenda apareciera en el nosocomio, debido a que todos los medios de prensa estaban presentes, algo que las autoridades médicas rechazaron. “El hospital es un organismo público, no hay exclusividades. O entran todos o nadie. La exclusividad que querían imponer ha sido la raíz de esta demora”, declaró el doctor Andy Wiegering. Brenda, resguardada a más no poder, haría su aparición a las 11.30 y ya sin niños, y solo unos segundos para la foto oficial y para escuchar el agradecimiento del director, Roberto Shimabuku, a quien solo respondió “Ok”, pues su madre, Luz Helena, con una señal de la cruz en los labios, le recordaba que no declare. Acto seguido, fue sacada a empujones ante el asombro del propio cuerpo médico presente. Después, Mau se dirigió a la Plaza de Armas de Villa María del Triunfo, donde, consciente de las severas reglas que rigen la exclusividad y buscando estar más cerca de sus compatriotas, se retiró unos metros del podio y dijo: “No quiero estar acá con tanto trono”. Allí, Brenda, quien regresará en noviembre para ser telonera de Camilo Sesto, bailó al ritmo de Sonia Morales. En un breve momento de descanso le dijo a uno de sus allegados que a su retorno será libre y no habrá exclusividad que le impida hablar. Ojalá no sea demasiado tarde.