Por Maritza Espinoza.Maritza Espinoza. mespinoza@larepublica.com.pe Francamente, la dimensión que se está dando al caso de la presunta "emo" bamba en "Enemigos íntimos" raya en la exageración. Si fue una broma o no es algo que Miyashiro y Ortiz deben haber aclarado anoche, cuando esta columna ya estaba cerrada (hay que ver cómo se las arreglan para explicar por qué Ortiz insistía en que Miyashiro preguntara "al de rosado", algo que me pareció más tramposo), pero hay que poner las cosas en perspectiva: la televisión es básicamente show y, especialmente en un programa como EI, que tiene un enorme perfil caricaturesco, hay licencias que se permiten. Abona a favor de esa tesis el hecho de que Beatriz Heredia (la "emo" bamba) aparezca en los créditos del programa (así como Miyashiro, otro que fungió de "emo") y el hecho de que nadie ignore a estas alturas que el espacio está lleno guiños al televidente. ¿O es que alguien piensa que cada vez que muestran a Pacheco en las instalaciones de Frecuencia Latina realmente está ahí? Y no sólo eso: todos los programas con público en vivo tienen un "animador" cuyo papel es justamente animar a los que están sentados para que reaccionen como lo exige el espectáculo. Eso no lo ha contado nadie al aire porque es algo que forma parte de la producción desde tiempos inmemoriales. ¿Por eso es un fraude? Sé que estamos sensibilizados con la fábrica de testimonios falsos de 'Laura en acción', pero no se pasen, pues. Un poco más y piden que las Viejas de La Molina demuestren su residencia en ese distrito para ser auténticas.