¿Cómo es vivir en la ciudad más feliz de CHINA? Peruano lo revela: "Al principio me chocó"
Alexis Churasacari es un traductor peruano que vive en Chengdu y estudia becado en la Universidad de Sichuan, una de las instituciones educativas más reconocidas del gigante asiático.
Había pasado poco tiempo de su llegada a China cuando Alexis Churasacari, un peruano natural del Callao, se sorprendió al ver la forma en que limpiaban una pista de la provincia de Sichuan. Se trataba de un pequeño auto que eliminaba de forma rápida la suciedad de la vía. "¿Y para cuándo (habrá eso) en Perú?", pensó.
Decidió grabar un video del instante y compartirlo en su cuenta de TikTok. La publicación fue un éxito: llegó a más de 9.000 personas. "¿Estudias becado en China?", "Estás en China, qué envidia", "En Miraflores hay (un carro que limpia las calles)", fueron algunos mensajes que recibió.
Con esto, se dio cuenta de algo. A los peruanos les interesa conocer cómo es la vida en Asia. Y él, un joven traductor de 28 años, vive en la tierra de Mao Zedong. Es más, Churasacari reside en un lugar especial, nada menos que en la ciudad más feliz de China: Chengdu. Así que empezó a contar su historia, la de un estudiante chalaco, como precisa con orgullo, en el gigante asiático.
A la fecha, ha mostrado, entre muchos otras cosas, sus desayunos en la 'tía veneno' de la Universidad de Sichuan —su video alcanzó las 50.000 vistas en Perú—, la manera de acceder a becas y cómo luce un McDonald's en la madrugada —"A veces, acá en China, utilizan (el local) para dormir", cuenta—.
Peruano cuenta cómo es vivir en Chengdu, la ciudad más feliz de China
"Vivir en Chengdu, en cierta parte, me hace recordar a Lima porque, por lo general, no sale mucho el sol. Es un poco gris. Pero cuando sale, es genial, te llena de mucha energía", señaló Alexis Churasacari a La República.
Esta metrópoli es capital de la provincia de Sichuan. En los últimos 15 años, ha sido elegida, de manera seguida, la ciudad más feliz de China, según información oficial de las autoridades locales que se basan en las encuestas realizadas por la revista Oriental Outlook.
Alexis Churasacari destacó que Chengdu es una ciudad amigable para los jóvenes. Foto: composición LR/Alexis Churasacari/cortesía
"El clima es un poco húmedo, pero es un lugar hermoso. Me encanta. Está lleno de árboles, de naturaleza. La ciudad es muy avanzada (en tecnología). El metro es muy cómodo. Es muy fácil llegar de un lado a otro. He conocido a mucha gente, latina y de todo el mundo, que son muy buenas personas", manifestó.
Asimismo, aseguró que, quienes desean visitar este lugar, deben prepararse mentalmente debido a que la comida local es la más picante de todo China. "La primera vez que vine aquí, me chocó. No esperaba que fuese tan picante. Pero luego uno se acostumbra, sobre todo, porque tienen platos riquísimos", dijo.
También comentó que se siente contento con vivir en Chengdu y manifestó que es una ciudad amigable para los jóvenes, ya que, a diferencia de otras metrópolis como Beijing o Shanghái, el ritmo de vida no es tan agitado.
"Es una ciudad muy buena para los peruanos y latinoamericanos. Les recomendaría que vengan. Se van a enamorar muchísimo. Y si les gusta los pandas, mucho mejor", concluyó.
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¿Cómo llegó Alexis Churasacari a China?
Alexis estudió Traducción e Interpretación en la Universidad Ricardo Palma. Durante su etapa universitaria, se le abrió la posibilidad de elegir más de una lengua para aprender.
"La universidad nos hizo la presentación de los idiomas. Recuerdo que le pregunté a todos 'Oye, ¿qué lengua vas a estudiar?' Me decían 'Alemán'. Les comenté por qué no piensan aprender chino y me dijeron 'Es loco, no. Es muy complicado. No hay forma'. Fue ahí que, como me gustan los retos, elegí estudiar chino", explicó a La República.
En 2016, cuando aún era alumno de pregrado, tuvo la oportunidad de hacer un intercambio estudiantil en China. Así, llevó cursos durante un tiempo en la Universidad de Nankai. Esa fue su primera experiencia en el gigante de Asia.
Alexis Churasacari espera en un futuro poder trabajar, en su especialidad, en China. Foto: composición LR/Alexis Churasacari/cortesía
Tras culminar su formación en el idioma chino, se matriculó en el Instituto Confucio. A los dos semestres, se abrió una convocatoria de becas para estudiar la mencionada lengua en China. Aplicó y ganó. Ahora, viene potenciando sus conocimientos del chino mandarín en la Universidad de Sichuan.
