La ingeniera de la UNAC que ganó 15 becas internacionales, pero migró al no encontrar trabajo en Perú: "La consideraban sobrecalificada"
Julita Inca Chiroque, ingeniera peruana que brilló internacionalmente, se vio obligada a emigrar por la falta de oportunidades en el Perú, pese a su impresionante formación académica y profesional.
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Tras terminar sus estudios en la Universidad Nacional del Callao (UNAC), Julita Inca Chiroque decidió continuar su especialización en ciencias e ingenierías, lo que la llevó a un camino de estudios en el exterior, con rutas hacia destinos como los Estados Unidos y Europa. A pesar de haber ganado 15 becas internacionales, viajado a más de 30 países y de pertenecer al International Business Machines Corporation (IBM), decidió regresar al Perú para aportar con su talento en la economía nacional. No obstante, se encontró con la triste realidad de no encontrar trabajo, debido a que muchas empresas la consideraron “sobrecalificada” para el mercado laboral peruano, lo que llevó a Julita a tomar una decisión drástica.
¿Quién es Julita Inca Chiroque?
Julita Inca Chiroque nació en Bellavista, Callao, en una familia de raíces ayacuchanas y piuranas. Desde joven, mostró un interés por la tecnología, lo que la llevó a estudiar Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional del Callao (UNAC). Durante su paso por la universidad, Julita se destacó por su dedicación y por el interés que mostró en la investigación y la computación. Tras obtener su título, su pasión por profundizar sus conocimientos la llevó a obtener una beca en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde realizó una maestría en Ciencias de la Computación.
¿Cómo comenzó su paso internacional?
Tras terminar sus estudios superiores, fue seleccionada como una de las ocho ganadoras del concurso internacional GNOME, una de las principales iniciativas de software libre que le permitió dar conferencias sobre Linux en Cincinnati, Ohio (Estados Unidos). Este fue solo el inicio de un recorrido que la llevaría a recorrer más de 30 países en Europa, Asia y América, aumentando su red de contactos, conocimiento y curiosidad en tecnología.
Durante este proceso, Julita se convirtió en embajadora de Fedora Linux, una distribución de software que es ampliamente utilizada por empresas y profesionales del sector tecnológico mundial.
Su trabajo y logros internacionales la llevaron a trabajar en su regreso al Perú en el gigante tecnológico International Business Machines Corporation (IBM). No obstante, tras dos años en la compañía, su deseo de seguir capacitándose la llevó a hacer un doctorado, donde enfrentaría una barrera significativa: el inglés. Tuvo que dar más de 20 veces el examen de inglés para poder ingresar a una universidad en Estados Unidos.
Su determinación la llevó a invertir todos sus ahorros en mudarse a California para aprender el idioma, donde tuvo una rutina de 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde para superar este obstáculo.

Julita destaca en ingeniería y computación científica. Foto: Julita Inca Chiroque/LinkedIn.
Regresó al Perú y no encontró trabajo. Su etapa en la UNI y trabajos en el extranjero
A pesar de haber alcanzado un alto nivel de formación y de haber sido reconocida internacionalmente, el regreso de Julita Inca Chiroque a Perú estuvo marcado por una amarga sorpresa. En lugar de ser recibida con los brazos abiertos, las empresas locales la consideraron "sobrecalificada", lo que le impidió acceder a un empleo acorde a su nivel académico y profesional. Frente a esta frustración, Julita decidió continuar su carrera en la investigación y aceptó un puesto sin pago como investigadora en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde se unió a varios grupos de investigación.
En su camino, Julita también fue seleccionada para participar en el programa Women in High Performance Computing en Alemania, llegando a ganar con uno de sus proyectos. Al volver al país, la UNI la contrató como profesora en la Facultad de Ciencias, y posteriormente dictaría clases en la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL).
Debido a que dejaba su currículo en las conferencias que impartía, recibió una invitación del Oak Ridge National Laboratory, en Estados Unidos, donde contribuyó al desarrollo de la supercomputadora más rápida del mundo. Tras esta experiencia, recibió una beca para estudiar una maestría en la Universidad de Edimburgo y, luego de completar sus estudios, trabajó en la Autoridad para la Energía Atómica del Reino Unido, en Oxford.
Esta experiencia la llevó a mudarse a Inglaterra, donde actualmente lidera un grupo de investigación en la Universidad Queen Mary de Londres, consolidando su posición como una de las principales investigadoras en el campo de la computación.