Sociedad

Cayó el ‘Boca Sucia’, el ladrón de celulares que entraba y salía de prisión por “influencias”

Humberto Quiroz Pisco tiene 27 años y fue atrapado por cuarta vez en menos de tres meses. Operaba en La Victoria y decía que “no hablaba con policías porque sus contactos lo ayudaban a salir de la cárcel”

El robo de celulares, las estafas telefónicas consecuentes y la reventa de los equipos en el mercado negro son capítulos de lo que hoy es uno de los delitos más extendidos. Foto: difusión
El robo de celulares, las estafas telefónicas consecuentes y la reventa de los equipos en el mercado negro son capítulos de lo que hoy es uno de los delitos más extendidos. Foto: difusión

“Loco, déjame en libertad. ¿Con quién piensas que estás tratando?, déjame ir, tengo influencias, tengo contactos y los voy a denunciar que me pegaron y que me sacaron plata, los voy a hundir”. La escena transcurrió tres meses atrás. Entonces, Humberto César Oscar Quiroz Pisco, de 27, alias Boca Sucia, era la tercera vez que caía detenido en La Victoria.

Ayer, este mismo sujeto volvió a ser apresado por agentes Terna que lo sorprendieron en la cuadra 11 de la avenida México. Aprovechaba la congestión vehicular y la escasa iluminación del lugar para cometer sus robos.

En forma sigilosa se acercaba a los vehículos, abría las puertas y arrebataba los celulares de los pasajeros y de los transportistas. Una de sus últimas víctimas fue una mujer a quien robó un equipo de alta gama. Por fortuna, los efectivos lograron cercarlo y no tuvo otra alternativa que rendirse.

Grande fue la sorpresa para los agentes al descubrir que este sujeto ya había sido capturado hasta en tres oportunidades en menos de tres meses.

Al ser intervenido se mostró desafiante mencionando que no tendría por qué hablar con la policía, ya que tenía contactos que lo ayudaban todo el tiempo a salir de prisión.

“A veces operan entre tres, lo tienen organizado. Algunos, con suerte terminan con rasguños. Pero hay gente que han sido baleadas en estos robos”, dice una víctima que se ha salvado varias veces en el cerro El Pino.

Un comerciante del mercado mayorista que también fue víctima de robo dice que paró un taxi y le pidió que lo llevara rápido a su casa, desesperado por prevenir daños mayores: “Bloqueé todas las cuentas. Llamé y procedieron a dar la baja de la tarjeta SIM de mi línea y bloquearon el IMEI de ese celular”, recuerda. 

Trató de geolocalizar el dispositivo, pero fue imposible: “Lo apagaron a las dos cuadras del lugar del hecho”, relata. Como tantas otras víctimas, optó por priorizar el resguardo del contenido de su teléfono por sobre la denuncia policial.

El robo de celulares, las estafas telefónicas consecuentes y la reventa de los equipos en el mercado negro son capítulos de lo que hoy es uno de los delitos más extendidos.

Este año se pasó de un promedio diario de robos de celulares de 6.500 a 4.200, una cifra que las autoridades consideran que seguirá disminuyendo tras la decisión de bloquear definitivamente estos equipos, según el presidente del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel), Rafael Muente.