Sociedad

Señor Cautivo en Ayabaca, Piura: ¿cuándo se celebra la festividad y qué actividades se realizarán?

Los devotos caminan casi 300 kilómetros para venerar a la imagen. AQUÍ te contamos más detalles sobre esta festividad religiosa.

Peregrinos llegan hasta Ayabaca para venerar la imagen del Señor Cautivo. Foto: composición LR
Peregrinos llegan hasta Ayabaca para venerar la imagen del Señor Cautivo. Foto: composición LR

En el mes de octubre se celebra la festividad del Señor Cautivo de Ayabaca (Piura), ciudad a la que miles de peregrinos caminan, desde diferentes partes del país, para venerar a la imagen del 'Morenito'.  Incluso algunos transitan más de 300 kilómetros durante ocho días o más para llegar hasta su santuario. En esta nota te contamos qué actividades se realizarán durante esta celebración.  

¿Cuándo se celebra la festividad del Señor Cautivo?

Esta festividad religiosa se celebra desde el 12 hasta el 14 de octubre. Aquí se reúne miles de devotos para participar de las diferentes actividades.

¿Qué actividades se realizarán por esta festividad?

Según el cronograma, el 12 de octubre, a partir de las 10.00 a . m. se llevará a cabo una eucaristía en honor la Virgen del Pilar. Posteriormente, se iniciará la procesión. En tanto, a las 9.00 p. m. se realizará la serenata en honor al Señor Cautivo, a cargo de la municipalidad distrital de Ayabaca.

El viernes 13 de octubre a las 10.00 a. m. el Monseñor Cristóbal Mejía celebrará la misa en honor a la festividad del Señor Cautivo, conocido también como 'El Rey de los Peregrinos'. Luego, la sagrada imagen será llevada en procesión.

¿Cuál es la historia del Señor Cautivo de Ayabaca?

Según la historia, en 1751, el sacerdote español García Guerrero quiso dar a su pueblo una imagen del Señor; para lo cual se decidió utilizar un tronco del que había brotado sangre luego de que un labrador le diera un hachazo. Era de un árbol de cedro, encontrado en el cerro Zahumerio de Jililí.

Tres hombres vestidos con impecables ponchos blancos llegaron al pueblo de Ayabaca y se comprometieron a esculpir la imagen del Señor Cautivo, con la condición de que el pueblo guardara absoluta reserva sobre su presencia. Además, nadie debía interrumpirlos durante sus labores y los alimentos les serían servidos solamente al amanecer.

Al transcurrir el tiempo, los pobladores tuvieron la curiosidad de ver los avances del trabajo, pero, al llegar al lugar, nadie les respondió. Decidieron, entonces, ingresar al sitio y encontraron la majestuosa escultura de un Nazareno con las manos cruzadas; al costado estaba la comida intacta.