Sociedad

Sacerdote de Juliaca: fue una masacre lo de Policía

No se calla. El religioso Luis Zambrano cuestionó la acción violenta de la Policía y lo que provocó 18 muertes y 200 heridos en las manifestaciones de protesta contra Dina Boluarte

Alza la voz. Luis Zambrano cuestionó la actuación del gobierno y represión en enero pasado. Pidió al gobierno capacidad de enmienda. Foto: La República
Alza la voz. Luis Zambrano cuestionó la actuación del gobierno y represión en enero pasado. Pidió al gobierno capacidad de enmienda. Foto: La República

Por: Zenaida Zea

Luis Zambrano Rojas, párroco de la parroquia Pueblo de Dios del distrito de San Miguel, señala que en las 18 muertes y 200 heridos durante las protestas en Juliaca fue el resultado de una masacre. Para el sacerdote hubo alevosía de la Policía, además se incumplió los protocolos.
Zambrano dirige la parroquia Pueblo de Dios por 29 años. Durante ese periodo no calló lo que considera injusticias.

Ha sido una masacre, y debemos decir las cosas por su nombre”, manifiesta el sacerdote quien sindicó a los efectivos policiales de Dinoes, provenientes de Lima, de la tragedia.

Desde su perspectiva hubo violación de derechos humanos, que se evidenciaría en los disparos con perdigones y otros proyectiles de armas de fuego.

“El reglamento dice que se debe disparar por lo menos a 35 metros”, sostiene, en referencia a los protocolos establecidos en los estándares internaciones para este tipo de conflictos. Pedigones le destrozaron los órganos internos al primer fallecido del 9 de enero.

 Puno. A inicios de enero, 18 personas fallecieron en un solo día en las protestas en Juliaca. Foto: EFE

Puno. A inicios de enero, 18 personas fallecieron en un solo día en las protestas en Juliaca. Foto: EFE

Gestos y acciones

Zambrano considera que no hay una actitud conciliadora del gobierno. Eso traduce en la designación de Alberto Otárola del Ministerio de Defensa al premierato. “Una acción dice más que mil palabras”, enfatiza el clérigo.

Para el padre Luis, es imperativa la reparación a los deudos y heridos. Sostiene que desde el gobierno no hubo ningún tipo de apoyo para ellos. “Cuando una persona tiene poder, generalmente cambia: su corazón de carne se vuelve de piedra, y su bolsillo se agranda…Lo que falta es una autoridad para el ejercicio del gobierno como servicio, y eso es lo reclamamos desde las bases de la población”, señala.

Estigmatización

A Luis Zambrano, le resulta un argumento flojo estigmatizar a los manifestantes para librarse de responsabilidades. Eso solo ahonda en el duelo de las personas. “Esta es una historia muy antigua. Nuestros pueblos son despreciados, existe racismo entre los mismos peruanos. Hay mucho que reparar y para cambiar. La gente con sus reclamos está dando ejemplo de cómo hay que actuar, cómo no hay que permitir que nos avasallen”, comenta.

El sacerdote pone énfasis en el rol de la iglesia en este contexto, y de denunciar todo lo malo que existe en la sociedad. No teme represalias por parte de Diócesis de Puno u otra instancia de la iglesia católica. “Jesús no fue querido por los fariseos, y trabajaron hasta llegarlo a matar. Yo no estoy haciendo nada especial, simplemente, lo que Jesús pide que hagamos como profetas y profetizas.”, dijo.

El sacerdote Luis Humberto Béjar fue retirado de la parroquia de Pucará por el obispo Jorge Carrión Plavlich debido a opiniones políticas. Su condición de extranjero lo hacía vulnerable, y por ello lo retiraron.

Deudos buscan justicia con una asociación

La Asociación Mártires y Víctimas del 9 de Enero, Juliaca- Puno presentó a su directiva, que realiza gestiones con organismos nacionales e internacionales de derechos humanos para que la muerte de su 18 seres querido no quede impune.

El colectivo lo preside Raúl Samillán Sanga, quien indicó que a través de ellos se canalizará cualquier tipo de apoyo. Esta asistencia urge sobre todo para cubrir los gastos de recuperación y tratamiento de los heridos, como Donato Apaza que aún tiene una bala alojada en la rodilla.

Samillán explicó que solo entre el 6 y 9 de enero se atendió a 205 civiles en los diferentes establecimientos de salud de Juliaca, pero también se incorporaría a los 23 heridos del 9 de febrero, y a quienes resulten lesionados en próximas protestas.

Acompañan los casos la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), la Misión Internacional de Derechos Humanos, la Asociación Pro derechos Humanos (Aprodeh), entre otras.