Rutas alternas tras cierre de la Vía Expresa por 15 días
Sociedad

Fue una jornada multitudinaria, pero con actos de violencia

Reporte. Las calles de Arequipa, Cusco, Puno y Juliaca congregaron a miles de manifestantes que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y cierre del Congreso. Una persona murió en el ataque a aeropuerto. En Cusco registraron seis heridos.

multitudinario. Miles de manifestantes llegaron hasta la Plaza de Armas de Arequipa para exigir la renuncia de Dina Boluarte.
multitudinario. Miles de manifestantes llegaron hasta la Plaza de Armas de Arequipa para exigir la renuncia de Dina Boluarte.

La indignación recorrió las calles de Arequipa, Cusco, Puno y Juliaca. Los manifestantes cargaron féretros de cartón y agitaron banderas del Perú con las franjas de color de negro en señal de luto. Una manera simbólica de rechazar las más de 50 muertes ocurridas desde el estallido de la convulsión social en el Perú.

En esas tres ciudades se registraron las convocatorias más numerosas. No faltaron los actos vandálicos: intento de toma de aeropuertos, agresiones a periodistas y ataques con perdigones de los miembros del orden. Un funcionario público, que monitoreó las manifestaciones en la Ciudad Blanca, las definió en ascenso y no van a parar hasta la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. “Es la masacre de Puno que ha gatillado el conflicto”, dijo el funcionario. Arequipa es una ciudad de migrantes. Más del 70% de su población proviene de la región altiplánica. Eso habría alentado el espíritu de solidaridad. Junto a ellos participaron bandas musicales originarias de la región del Altiplano que interpretaban coplas en rechazo a la presidenta Boluarte.

Hasta el cierre de edición, la jornada dejó diez heridos en Arequipa, la mayoría, fruto de disparos con perdigón. Hubo un fallecido. Este fue identificado como Jhancarlo Condori Arcana (30). Este presentaba antecedentes por los delitos contra el cuerpo, la vida y la salud; violencia contra la mujer, hurto agravado y no respetó la inmovilización social durante la emergencia sanitaria por la COVID-19.

Las protestas arrancaron temprano en el puente San Isidro, vía de acceso a la Ciudad Blanca. Obreros de Construcción Civil bloquearon el puente. La Policía trató de habilitar el acceso y eso devino en un enfrentamiento. Hubo cuatro heridos de perdigón. Los trabajadores fueron evacuados al hospital de EsSalud.

El jefe de la IX Macro Región Policial, general PNP Ghino Malaspina manifestó que, los agentes actuaron ante los actos violentos.

Marchas multitudinarias

En las manifestaciones participaron trabajadores y comerciantes. Se congregaron 20.000 personas en la Plaza de Armas, que clamaban la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y cierre del Congreso.

Desde la parte alta de los portales se apreciaba la gran cantidad de manifestantes que desbordaban las calles.

En Cusco

En la Ciudad Imperial, en horas de la mañana, las marchas pintaban pasivas. En la tarde, se calentaron con el intento de toma del aeropuerto. Protestantes de provincias llegaron a la ciudad del Cusco para marchar en contra del Gobierno.

Fue en la plaza Tupac Amaru, según manifestantes, las provincias habrían acordado tomar el aeropuerto Velasco Astete. Durante casi treinta minutos los protestantes marcharon en silencio. “Se supone que Calca entraría por la 28 de Julio, pero no cumplieron”, dijo un protestante de Quispicanchis.

El primer encuentro se dio en la Vía Expresa cuando un grupo de manifestantes de la provincia de Quispicanchis intentaba ingresar por la fuerza a las instalaciones del aeropuerto.

Durante el enfrentamiento una persona resultó herida.

Vecinos de la zona denunciaron que las bombas lacrimógenas utilizadas para disipar a la turba habían sido lanzadas dentro de las casas sin motivo.

“Han roto mi vidrio con la bomba lacrimógena, mis hijos estaban adentro, casi matan a mi bebito” dijo una moradora a un medio de comunicación local.

Otro punto de enfrentamiento, casi una hora después, se registró en la avenida de la Cultura.

Hasta el cierre de este informe, en este punto no se registraron heridos. Aquí la represión policial también fue con bombas lacrimógenas.

Finalmente, se registró un enfrentamiento a la altura de la plaza San Sebastián sin heridos.

Mientras eso sucedía, otro grupo de más de 7 mil personas se movilizaba de manera pacífica por el centro de la ciudad.

Pasado del manifestante caído

Jhancarlo Condori Arcana perdió la vida ayer durante un enfrentamiento con la Policía en el aeropuerto de Arequipa. El 11 de junio de 2017, Condori fue detenido por hurtar 10 sacos que contenían cebollas junto a 4 varones en Alto Cural de Uchumayo.

Además, el 19 de mayo de 2019, fue capturado por agredir físicamente en grupo a dos amigos que caminaban por la asociación Ciudad Municipal del distrito de Cerro Colorado. En esa fecha fue intervino por el delito de lesiones graves. Inclusive el 4 de agosto de 2019, Condori Arcana en estado de ebriedad agredió a su pareja en su vivienda de Cerro Colorado.

Durante la pandemia el 17 de agosto de 2020 también fue intervenido por no respetar el toque de queda durante la emergencia sanitaria de la COVID-19.

Enfoque

José Luis Ramos - sociólogo

Es hora de la renuncia

El Gobierno declaró que todo el país iba a seguir funcionando con normalidad pese a los muertos de diciembre. Pasó lo contrario. Eso demuestra incapacidad para prever la situación. Ese solo motivo ya sería suficiente para que Dina Boluarte renuncie. Este sentir ya no es una voz del sur ni de grupos que protestan, también de otros partidos, colegios profesionales, gobiernos regionales.

Hasta medios de comunicación que la defendían y han empezado a señalar que lo más prudente es adelantar las elecciones y no esperar a abril de 2024. Es evidente que se trata de una manifestación nacional, un sentir mayoritario, nunca antes habíamos tenido tanto consenso.

De cada 22 peruanos, 21 piensa que el Congreso debe irse. La única persona que considera que debe quedarse es ella misma y un entorno que busca intereses particulares. Lo peor que podría pasar es que Boluarte gire más a la derecha y asuma que quienes protestan son terroristas y enemigos del país. Lo mejor es que renuncie y, junto a ella, la mesa directiva del Congreso.