Educación Cívica: ¿desde cuándo y por qué no se dicta este curso en los colegios a nivel nacional?
El curso como tal no se dicta en las instituciones públicas, pero en el currículum nacional sí se abordan temas de educación cívica, ya que ahora la enseñanza está basada en competencias.
Luego del anuncio del presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, sobre el restablecimiento del curso de Educación Cívica en las escuelas públicas, durante su discurso en el Congreso para obtener el voto de confianza a su gabinete, surgió la interrogante del por qué y desde cuándo esta materia ya no es impartida en las aulas de los colegios. “Nos comprometemos a una educación con valores (...) aprendan a vivir en democracia y sean capaces de reconocer sus derechos”, dijo el primer ministro.
En ese sentido, Otárola advirtió que revisarán el Currículo Nacional Básico para “hacer explícitos los contenidos, valores y actitudes que aseguren una formación ciudadana y cívica transversal a todas las áreas orientada al progreso y desarrollo en paz de nuestra sociedad”.
“Va a regresar el curso de Educación Cívica; nuestros alumnos deben ser tempranamente formados en valores ciudadanos y en el respeto y conocimiento de la Constitución”, agregó el jefe del gabinete de Dina Boluarte. Sin embargo, ante estas declaraciones, aún hay puntos que precisar como la forma de restablecimiento de la materia en mención.
Sin embargo, de acuerdo al especialista en Ciencias Políticas y Derechos Humanos, José Saldaña Cuba, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), el anuncio de Otárola se da en “contexto político muy complejo”.
¿Qué pasó con el curso de Educación Cívica?
A lo largo de muchos años, en los colegios estatales se impartía la materia de Educación Cívica, el cual “daba a conocer las normas sociales y legales más importantes que rigen en nuestro país; entre ellas, por supuesto, la Constitución”, refirió Saldaña. Sin embargo, hace poco menos de dos décadas, los contenidos del curso de Educación Cívica se han integrado con otras materias.
Carla Gamberini, especialista en políticas educativas y directora Latinoamericana de Mangahigh, explicó que la currícula educativa actual está diseñada por competencias, al igual que “todos los currículos del mundo”. “Esto quiere decir que hoy el aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes, los organizamos por lo que ellos tienen que aprender y las competencias que ellos tienen que desarrollar”, detalló.
Educación cívica
La currícula nacional de educación básica, aprobada y publicada por el Ministerio de Educación en el 2016, está estructurada basándose en cuatro definiciones curriculares clave, las cuales priorizan los valores y el desarrollo de competencias que permita a los estudiantes responder y enfrentarse a las demandas de nuestro tiempo. Estas definiciones son: competencias, capacidades, estándares de aprendizaje y desempeño.
En este sentido, de acuerdo a los programas de educación básica del nivel primario y secundario, adjuntados en el portal del Minedu, “las áreas curriculares son una forma de organización articuladora e integradora de las competencias que se busca desarrollar en los estudiantes y de las experiencias de aprendizaje afines”.
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Estas áreas curriculares corresponden a los cursos o materias impartidas en los centros educativos públicos a nivel nacional. El nivel primario tiene nueve áreas, las cuales aglomeran 30 competencias y el nivel secundario 11 áreas que agrupa 31.
¿Existe contenido de cívica en la currícula nacional?
Gamberini aconsejó preguntar cuál es la finalidad de restablecer el curso en mención porque “si el objetivo es que se enseñe la democracia y valores, es bueno aclarar que esto se sigue enseñando en el currículo, pero ya no lleva el título de curso educación cívica”.
La especialista en políticas educativas agregó que “existe una competencia que dice ‘convive y participa democráticamente en la búsqueda del bien común’ que es lo que el ministro está queriendo entender como Educación Cívica y que se encuentra en el curso de Personal Social (en primaria) y Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica (en Secundaria)”.
“Entonces no es que los contenidos del curso educación cívica no estén presentes, claro que lo están; solamente que el currículo se enfoca en las competencias que queremos formar en los chicos, y no en una estructura de contenidos que queremos dar”, puntualizó la experta.
Gamberini aseveró que “muchos de estos contenidos tienen enfoques que son transversales e incluyen, de manera muy explícita, por ejemplo, el enfoque de Derecho, donde los niños se reconocen como sujetos de derechos y se les enseña a participar en democracia”. “También hay otro enfoque orientado al bien común, en el que los estudiantes comparten los valores y los conocimientos acerca de virtudes cívicas y del sentido de justicia”, resaltó.
Crisis social e inestabilidad política: ¿cuál es la necesidad real de un curso de Educación Cívica?
Para Gamberini es necesario precisar cuál es la intención de un curso de Educación Cívica porque sería complicado “si el ministro, con lo que ha dicho, estaría planteando volver a una estructura curricular donde estemos más interesados en los contenidos que los estudiantes van a recibir y no en las competencias que ellos necesitan para desarrollarse como seres humanos tanto en su vida personal, profesional como social”.
“Hoy en día nuestra currícula ya ha emigrado a una estructura por competencias porque queremos formar un ser humano capaz de hacer, crear, vivir y convivir”. “El enfoque por contenido es el que nos llevaba a memorizar fechas y a memorizar datos que hoy están en Google, entonces lo que necesitamos es que los chicos sean críticos, por ejemplo, frente a esos datos que hoy están en Google y este es el enfoque por competencias”, aclaró Gamberini.
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Entonces, si al primer ministro le interesa que los chicos aprendan de democracia y de derecho y de la Constitución, “ya eso está en el curso de ciudadanía”. “Que sea posible incluir ahí más contenido, sí es posible, pero una evaluación de especialista para construir un currículo toma largo tiempo”, agregó.
Sin embargo, esta confusión de pensar que la currícula no enseña cívica puede responder a un desconocimiento de la currícula nacional. No obstante, para José Saldaña, el anuncio de Otárola se hace en un contexto político, en el que “se ha designado un ministro de Educación que por su trayectoria y sus primeras acciones y declaraciones ha mostrado un escaso compromiso con los derechos fundamentales y con los derechos humanos. Y está intentando hacer algunas reformas en la currícula educativa, que podría tener más bien el efecto contrario a la enseñanza del derecho”.
“Como sabemos nos encontramos en una situación, altamente politizada y conflictiva, donde se están violando derechos humanos y el anuncio del primer ministro, que es el principal responsable de estas violaciones, me parece que es una persona sin legitimidad para poder impulsar reformas de toda clase, especialmente educativas o en valores o en derechos humanos”, recalcó el catedrático de la PUCP.
Estudiantes reciben sus clases en condiciones precarias. Foto: La República.
No obstante, Saldaña reconoce que “la educación cívica tiene un componente importante de la enseñanza respecto a la organización del estado peruano, a cómo se organiza y dividen los organismos reconocidos en la Constitución y cuáles son las competencias. Los derechos y deberes del ciudadano educarse como ciudadano es así como se ha enseñado este curso a lo largo de la historia, y esto no se puede señalar como negativo.”
“A mí me parece que si estuviéramos hablando sobre este tema en otro contexto, en otro tiempo, con otras circunstancias, no habría ningún problema respecto de su importancia y necesidad de implementarlo en los colegios, pero en ese momento creo que cualquier persona cualquier ciudadano, debe mirar con sospecha, con cuidado y prevención porque lo que podría estar ocurriendo es también una suerte de estrategia para encubrir, para legitimar un determinado tipo de actuaciones que, contrariamente a las reglas de la educación cívica, pretenden más bien de alguna forma solapar violaciones graves a derechos humanos que están ocurriendo en el país”, apuntó Saldaña.