Sociedad

Sacerdote Núñez: “Tenemos que cuidar la vida, es un don de Dios”

Reflexión. Clérigo Luis Núñez del Prado hizo un llamado a la población a no bajar la guardia y mantener los cuidados de bioseguridad ante el avance del COVID-19.

El padre Luis Núñez del Prado fue el primer paciente con Covid-19 que fue internado en cuidados intensivos de un hospital público. Hoy, nueve meses después, viene recuperando su salud con optimismo.

Y aprovechó las celebraciones de Navidad para hacer un llamado a la población a colaborar con las medidas de bioseguridad y así evitar más dolor y pérdidas por esta enfermedad.

“Dios hace su parte, los mejores médicos los tenemos en el Perú, ahora nos toca hacer nuestra parte, hay que cuidar el distanciamiento, usar la mascarilla y lavarse las manos. Esto es como una red, todos tenemos que poner nuestro grano de arena para salir de esta guerra”.

También hizo un llamado a valorar más la vida. “Tenemos que colaborar con los médicos y cuidar la vida porque la vida es un don de Dios, nosotros somos administradores de la vida y saber administrarla es hacer el bien sin distinción de religión, cultura, ni nada, todos somos hijos de Dios y él nos ama con la misma intensidad a todos”.

Nuñez del Prado quedó con secuelas. No caminaba, no podía mover los brazos, pero con terapia se ha ido recuperando poca poco. Hoy se encuentra en su casa en Lurín y por ahora no puede regresar a la actividad pastoral, pero espera hacerlo pronto, cuando se encuentre mejor del pie que se lesionó producto del Covid-19.

El religioso agradeció ayer al personal del hospital Edgardo Rebagliati por devolverle la vida y, en general, pidió a los profesionales de la salud que tengan fuerzas y esperanza en su lucha contra la pandemia.

“Los médicos son nuestros héroes, nuestros ángeles. Agradezco a los médicos de corazón. Ellos están en primera línea, ellos dan su vida por salvar muchas vidas. Les digo que tengan fuerza y esperanza. Estamos unidos en esta lucha. No están solos, tienen el cariño de sus seres queridos y del Perú”.

Otra persona que venció el Covid-19 es la neuróloga Marcela Alvarado (36) del hospital Emergencias de Villa El Salvador. Si bien la enfermedad no le dejó secuelas en su salud, sí ha sufrido la pérdida de familiares, amigos y colegas debido a este mal.

Ella siente que la enfermedad le cambió la vida, pues la sensibilizó aún más en la atención de sus pacientes.

“Yo creo que si esta pandemia no nos hace reflexionar, entonces no habrá valido la pena tanto dolor. Siempre debemos recordar no solo al personal de salud que lucha a diario, sino también a los amigos y familiares que hemos perdido, debemos cuidarnos y no bajar la guardia. La vida ya no se retorna, evitemos más desgracias aplicando las medidas”.

Cumplen deseo de médico que falleció

Los deudos del médico Marvin Cuencas Bejarano, quien falleció batallando en la primera línea de lucha contra el Covid-19, regalaron juguetes y alimentos a niños de zonas vulnerables de Áncash.

Cuencas murió a los 30 años de edad y se convirtió en el médico más joven de Áncash fallecido en la pandemia. Su deseo era hacer una labor social en diciembre en favor de los niños.

Los lugares elegidos para la acción social fueron Cerro Partido, en Nuevo Chimbote, y Tauyispampa, en Carhuaz.

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