Admisión a San Marcos: historias de un examen que no se dio en igualdad de condiciones
Una evaluación virtual con indicios de irregularidades, denuncias, protestas en las calles y autoridades que aseguran su éxito. Aquí, testimonios que revelan diversas falencias ocurridas durante la evaluación y cómo afectaron a los postulantes.
“Ya eran las 8:45 y no me aceptaban (en la videoconferencia). Estaba a punto de llorar. Llamaba a la OCA y no me contestaban”. (María)
“Nunca pude decirle nada al profesor (sobre los problemas que tenía con el Smowl y la conexión), porque no quería que me marque como incidencia”. (Carolina)
“De los 16 postulantes de mi aula, solo 5 dieron con la cámara prendida, los demás se unieron a la videoconferencia casi al finalizar el examen”. (Shirley)
“El examen no lo dimos en igualdad de condiciones”. (Juan)
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Desde el último fin de semana, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) ya no solo es la Decana de América, también se ha convertido en una de las primeras universidades públicas del país en realizar un examen de admisión virtual, aunque con presuntas irregularidades y más de una denuncia. Durante las últimas horas, algo parece haber perdido San Marcos. Ya nada será igual, o al menos así lo lamentan postulantes, estudiantes y hasta egresados.
La prueba de San Marcos, considerada -hasta hace unos días- como una de las más difíciles del país, ha sido enterrada y reemplazada por una cuestionable modalidad con indicios de falencias, denunciados -con semanas de antelación- por postulantes, gremios estudiantiles y organizaciones externas. Pero no solo eso, sino que, pese a la gran cantidad de quejas, los estudiantes no han encontrado respuesta a sus demandas, quedando en el abandono, incluso desde antes de ser sanmarquinos.
Las historias replicadas en esta nota revelan serias negligencias durante la prueba; entre ellas, la decisión de las autoridades de no respetar su propio reglamento, problemas técnicos (que no son responsabilidad de los postulantes), plagios y otras prácticas que han dejado un enorme forado en San Marcos.
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“A las 11:50 se cerró mi examen y ya no pude entrar”
A inicios del año pasado, el negocio del padre de María sufrió un tropiezo que cambió el rumbo de su vida. Pero no fue lo único: a esto se sumó que el colegio privado en donde estudiaba no quiso apoyarla para que pueda terminar sus cursos. “Mis papás hicieron lo imposible para que yo acabe la secundaria”, recuerda con tristeza.
Apenas lo hizo, y con solo 16 años, María decidió que quería estudiar Medicina Veterinaria en la UNMSM, con el fin de mejorar la situación familiar. Es así que, en octubre del año pasado, y con el apoyo de su abuelo, se matriculó en una academia preuniversitaria. El camino no fue fácil, rememora, pues durante un año tuvo que afrontar el largo camino que transita una futura sanmarquina: estudiar todos los días, privarse de reuniones o salidas para entregarle amanecidas y trasnoches a la preparación. “Pasé todo un año estudiando con mucho esfuerzo”, relata.
Lamentablemente, recuerda María, dos días antes del examen de Admisión 2020-II, la Oficina Central de Admisión (OCA), decidió cancelar la prueba, debido a las medidas sanitarias por la llegada del nuevo coronavirus al país. Meses más tarde, la universidad le informaría que el examen sería virtual y bajo nuevas condiciones. “La verdad todo fue un desequilibrio tremendo porque el reto era prepararse en otro ambiente, con otros obstáculos”, señala. Sin embargo, jamás pensó que podría pasarle lo que le ocurrió en el día del examen.
“El examen estaba pactado para las 9 a. m., pero el reglamento establecía que debíamos ingresar a las 8 a. m. para conectarnos a una videoconferencia (a través de Google Meet) con nuestro evaluador. Por medio de esta, el evaluador te tenía que pedir tu DNI y verificar que cumplas con los requisitos: cabello amarrado, dos hojas bond, un lápiz y que la cámara enfoque adecuadamente tu rostro. Si cumplías con esas condiciones, el evaluador te tenía que dar el visto bueno para que inicies a las 9 a. m. El reglamento estipulaba que serías sancionado si no ingresabas a la videoconferencia”, precisa María.
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“Ingresé a las 8 a. m., pero la página no me dejaba entrar a la videoconferencia. Intenté varias veces. Salía y entraba, pero nada. Ya eran las 8:45 y no me aceptaban. Estaba a punto de llorar. Llamaba a la OCA y no me contestaban. Entonces les escribí por Messenger, ahí me respondieron y me indicaron que salga y vuelva a entrar. Además, me comunicaron que el examen iniciaría a las 10 a. m. debido al corte de luz que hubo en San Juan de Lurigancho”, agregó.
“Entonces, seguí intentando, pero no pasaba nada. Ya casi eran las 10 a. m., así que, a eso de 9:45 a. m., hice una última llamada, y me contestaron que si no podía entrar a la reunión, no importaba, que ellos me iban a evaluar por el sistema (esto estaba prohibido, según el reglamento). Entré a mi examen sin la llamada, solo con el software. El examen tenía un solo intento y se habilitó a las 10 a. m. Lo di así, pero a las 11:50 a. m. se cerró y me salía que ya había utilizado mi único intento; que ya no podía volver a entrar. Me quitaron una hora de examen”.
María no entiende cómo una evaluación de esa magnitud haya tenido tan graves negligencias. Al escuchar su historia se siente su impotencia, su enojo, su tristeza. “El examen ha sido una burla porque vi que todas las preguntas estaban en grupos de Facebook. Las autoridades deben pedir disculpas y anular este examen”, sentencia. Qué habrá rondado su cabeza o en quiénes habrá pensado en esas horas de angustia; quizá en sus padres, en su sacrificio o en su porvenir. “Me da pena que muchas personas, -así como yo- nos hemos quedado sin poder avanzar, salir adelante, sin poder dar un paso en ser alguien en la vida”, lamenta.
“Durante el examen se cayó el sistema Smowl”
Luego de dos años de preparación preuniversitaria, Carolina había conseguido armar su estrategia para rendir el examen de Admisión 2020-II y así lograr uno de sus anhelados sueños: ingresar a la UNMSM para estudiar Psicología. Sabía, con total certeza, que lo más adecuado era comenzar con las materias que dominaba más (Lenguaje, Historia, Literatura, Geografía, etc), luego iría con Habilidad Verbal, seguido de Habilidad Matemática, luego con Biología, Química y Física, para culminar con Matemática: su talón de Aquiles.
Pero cuando le dijeron -en marzo- que el examen se había cancelado, sabía que las cosas no serían igual. Meses más tarde, le informaron que sería virtual y bajo nuevas condiciones, que no le permitirían la posibilidad de usar su estrategia y estaría condicionada a responder las preguntas bajo un orden establecido. Pero sus ganas de ingresar a San Marcos, luego de dos años preparándose, la llevaron a aceptarlo. Incluso, tuvo que hacer un esfuerzo para arreglar su laptop con el fin de cumplir con los requisitos que establecía la universidad. Fue así que llegó al examen de admisión virtual.
“A las 8:30 a. m., el profesor de aula nos informó que por problemas de conectividad, empezaría a las 10 a. m. Cuando ya iba a empezar, nos recordó que -una vez iniciada la prueba- no se podía escribir en el Meet, nadie podía prender micro para quejarse y que era obligatorio activar el Smowl (el sistema de seguridad contratado por la universidad)”, relata Carolina.
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“Cuando ingresé al examen, en la primera página me salía que tenía que activar el Smowl, lo activé, pero al minuto me apareció un ventana que me avisaba que no se había activado y que tenía que actualizar, pero también me salía que si le daba actualizar, se perdería mi único intento para dar el examen. Entonces respondí las primeras 5 preguntas sin activar el sistema de seguridad. Luego pasé a la segunda página y ahí sí me cargó (en cada página se debía activar el Smowl). Pero cuando llegué a la tercera, me salió en blanco y que tenía problemas de conexión. No sabía a quién acudir porque el profesor había dicho que no podíamos prender el micro del Meet. Con el temor de perder el examen, lo que hice fue retroceder, no actualizar. Felizmente pude hacerlo y así respondí las preguntas de esa página”, señala Carolina, con la misma angustia que deja un tremendo susto.
“Este problema con la conexión me pasó 3 veces más, y el inconveniente del Smowl me volvió a pasar en las últimas 5 páginas. Nunca pude decirle nada al profesor, ni escribirle, ni por audio, porque no quería que me marque como incidencia. Me sorprendió porque he dado el examen con el cable que recomendó la universidad y con el router al costado. Además, normalmente hago videollamadas con muchas personas y no se me va la señal. Aquí lo que se cayó fue el Smowl”, asegura.
Carolina relata este evento inédito que le tocó vivir. Imaginaba que el ingreso sería fruto de un esfuerzo que llevaba años persiguiendo, pero al final solo encontró injusticia. “Este es mi segundo año preparándome. Me sentía segura de postular en marzo. Estuve estudiando y al final me pasó esto. No es justo”, sentencia.
“Había gente que apagaba y prendía su cámara”
Cuando a Milagros le dijeron que el examen de Admisión sería virtual, pensó que la UNMSM tomaría todas las previsiones del caso para evitar cualquier indicio de prácticas indebidas. Pese a que muchos postulantes y gremios estudiantiles habían protestado semanas previas contra la modalidad del examen, Milagros creyó en la universidad y se preparó para dar su prueba virtual. Había leído minuciosamente el reglamento para estar segura de sus movimientos y evitar que la descalifiquen por un acto fuera de la norma. Pero la realidad fue otra.
“Cuando ingresé a la videoconferencia, vi que éramos pocos. Estaba a cargo una profesora que compartía pantalla y que ponía check en un cuadro. Luego dejó de compartir y pude ver que ciertos postulantes no tenían la cámara activada. Pese a que la docente les pedía que las prendan, algunos no lo hacían. Había gente que apagaba y prendía su cámara. Otros la movían. Había quienes anotaban cosas. Se notaba que no había control”, declara.
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“Lo más raro fue cuando nos dijeron que el examen iniciaría ya no a las 9 a. m. sino a las 10 a. m. Durante esa hora, algunas personas pidieron permiso para ir al baño. Habrá sido un promedio de 7 personas, entre chicos y chicas. Yo pensé en ir, pero recordé que el reglamento prohíbe moverse de tu lugar durante el proceso, así que me quedé en mi asiento. También vi que algunos no enfocaban su cara, sino su frente o solo la parte superior de su rostro, mientras que el reglamento establecía que la cámara debe mostrar toda tu cara”, agrega.
Milagros reconoce que la modalidad virtual no fue bien monitoreada y que incluso los profesores no estaban bien preparados para fiscalizar a los postulantes. También cuenta que pudo ver, a través del Meet, a algunos postulantes que lloraban porque no podían entrar o no les cargaba el examen, lo cual demostraría que no todos dieron el examen en igualdad de condiciones. “Había gente muy frustrada. Me di cuenta cuando fui un rato al Meet, y vi que algunos postulantes estaban llorando, no sabían qué hacer”, sentencia.
Investigaciones necesarias
Luego de las constantes denuncias por parte de los postulantes sobre plagios, falta de conectividad, problemas con el sistema de seguridad y presuntas faltas contra el reglamento, entre otras cosas, la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu) emitió un comunicado en el que señaló que inició una investigación para determinar si hubo irregularidades en el examen de Admisión de San Marcos.
Asimismo, informó a los postulantes que han tenido problemas durante la evaluación a ingresar su denuncia a través de la plataforma de la Sunedu en línea, con el fin de tomar en cuenta sus casos para la investigación.
Orestes Cachay: “Nos sometemos a todas las auditorías que haya”
Durante su última entrevista, brindada a RPP, el rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Orestes Cachay, señaló que la universidad se someterá a todas las investigaciones y aseguró que tienen toda la evidencia para demostrar que el examen virtual se dio satisfactoriamente.
“Nosotros nos sometemos a todas las auditorías que haya. (…) Tenemos bases de datos y analizamos uno por uno”, indicó.
Además, manifestó que del total de postulantes que dieron examen el 2 y 3 de octubre, encontraron que 273 cometieron faltas al reglamento. Precisó que la universidad sancionará a esos postulantes.
“El 98.15%, 14 489 postulantes honestos con ética han dado su examen desde el inicio hasta el final sin ninguna intervención, sin embargo, tenemos postulantes que han cometido faltas: 273 postulantes”, finalizó.
*Los nombres originales de los postulantes han sido modificados para evitar cualquier medida en su contra por haber declarado para esta nota.