Romi Infantas, la nueva alcaldesa de Cusco y su pedido al gobierno de Martín Vizcarra
La regidora de 24 años asumió el cargo mientras Ricardo Valderrama se cura de coronavirus. Este lunes presidió una sesión solemne virtual por Fiestas Patrias donde hizo un pedido al premier Pedro Cateriano.
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Con Ricardo Valderrama en cuarentena tras dar positivo a la COVID-19 y Víctor Boluarte suspendido de sus funciones por tener una sentencia en su contra, le tocó el turno a una mujer. La joven Romi Infantas Soto es la nueva alcaldesa a cargo de la ciudad de Cusco.
La regidora y bachiller en Economía de 24 años presidió este lunes una sesión solemne virtual por Fiestas Patrias. En su discurso, Infantas invitó al premier Pedro Cateriano y a la ministra de Economía, María Antonieta Alva, a venir a Cusco “a darse un baño de peruanidad”, en sentido a que se sienten abandonados por el Gobierno Central.
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“No nos dejen morir por la inacción de funcionarios que no conocen la realidad de las provincias, les pido empeño para trabajar por los legítimos intereses de los cusqueños (…) En el Cusco necesitamos atención hospitalaria y apoyo económico a las familias que lo han perdido todo. Demando una atención preferente”, dijo desde palacio municipal.
Al término, Infantas Soto declaró a los medios de comunicación sobre sus primeras medidas para seguir combatiendo la COVID-19 en Cusco, que cada vez va en alza.
“Estamos buscando mecanismos para la reactivación de obras, muchos trabajadores de la Gerencia de Infraestructura resultaron infectados, vamos a ver la posibilidad que se mantenga el mantenimiento de vías con horarios nocturnos para evitar la aglomeración de gente, vamos a garantizar las remuneraciones de los trabajadores al caer la recaudación”.
Habló también de la implementación de equipos de protección y pruebas serológicas a los servidores de Serenazgo y limpieza pública que, a diferencia del resto de trabajadores ediles, siguen laborando.
La Municipalidad Provincial de Cusco informó días atrás sobre la suspensión de sus labores internas y atención al público por siete días. Los funcionarios acatan una cuarentena voluntaria.
