Sociedad

En un local del ‘barrio chino’ encontraron una tonelada de Azitromicina, Eritromicina, Paracetamol y Cetirizina

Allanan almacén y 12 farmacias donde acaparaban medicinas para combatir el coronavirus en el Centro de Lima. Hay cuatro detenidos.

El almacén, ubicado cerca al barrio chino del Centro de Lima, operaba bajo la fachada de la empresa Corporación Droguería, pero tenía una diferencia: ahí se ocultaba una tonelada de medicinas para el tratamiento de la COVID-19, acaparadas y listas para ser distribuidas en distintas farmacias y boticas, en diversos distritos de Lima.

Se trata de una ‘caleta’ ubicada en el jirón Paruro 851, donde se encontró decenas de cajas con Eritromicina, Paracetamol, Azitromicina, Cetirizina, Prednisona entre otros productos para tratar el coronavirus en pacientes con la enfermedad leve o moderada. Algunos de estos medicamentos antivirales son intensamente buscados en Lima.

Cuatro personas fueron intervenidas. Estos fueron identificados como Daniel Quispe Curo (30), Inmar Coronel Perales (19), Luis Miguel Laserna Sosa (28) y una menor de edad. El primero de ellos tiene antecedentes por almacenar y comercializar productos vencidos y del Estado.

Él se desplazaba en el vehículo AD-7430 y hacía uso de un pase vehicular que pertenece a una entidad del Estado, según informó la Dirección de Investigación Criminal. Todos ellos estarían inmersos en el delito contra la salud pública.

“¿No se dan cuenta que están robándose la salud del pueblo? Están comerciando con la vida de peruanos”, dijo el general Vicente Tiburcio, jefe de esa estratégica unidad. Y agregó: “No vamos a permitir esto. ¡Vamos a ir tras ellos!, caiga quien caiga”.

La policía informó que tienen conocimiento que existe una red mafiosa que trafica con medicinas de los hospitales del Ministerio de Salud, Essalud y de las fuerzas armadas y policiales. “No permitiremos que esto continúe, es nuestra obligación fiscalizar y erradicar este robo a la población”, señaló el oficial.

Otras 12 farmacias y boticas que vendían estos y otros fármacos fueron allanadas en San Martín de Porres, frente al hospital Cayetano Heredia, y en San Juan de Lurigancho. A algunos productos les cambiaban las fechas de vencimiento; a otros les modificaban las sustancias. Ni siquiera se distinguían las fechas de caducidad que cada medicamento podía tener. Se encontró pastillas para la presión arterial, gotas para la vista o simples analgésicos.