Comerciantes se diversifican para sobrevivir a la cuarentena
EN SUS ZAPATOS. Buena parte de peruanos depende de un ingreso diario, si no trabaja, muere de hambre. En ese rubro se encuentran los comerciantes, que continuaron trabajando pese a las restricciones. Para ellos es de vida o muerte, si acatan la cuarentena no comen.
Roberth Orihuela Q.
El estado de emergencia por el COVID-19 se extendió hasta el 24 de mayo. En Arequipa, la población no parece resistir más. Eso se palpa en las calles. Hay ciudadanos que forman colas en un banco, en los mercados o trabajadores informales. Estos últimos dependen de ingresos diarios, sino no viven.
El mejor ejemplo se aprecia en el comercio de productos de primera necesidad. Pese al cierre de las principales plataformas comerciales, dispuesto por el Comando Covid, la venta continúa. Ya sea en las calles aledañas a Río Seco, el Avelino Cáceres o la Feria del Altiplano. Ocupan los mercados zonales.
Es viernes, nueve de la mañana. Un grupo de comerciantes de fruta trasladó su negocio a solo unas cuadras de la plataforma de Río Seco, en la vía de Evitamiento. Hay unos 15 camiones vendiendo al por mayor y menor sus productos.
El representante de estos comerciantes, Cristóbal Huayapa, señala que el estado de emergencia no debería seguir extendiéndose. Propone protocolos de sanidad en los mercados, el transporte público y las calles. La pregunta es, ¿siendo informales, seremos capaces de respetar esas normas?
Ante el cierre de los mercados, muchos comerciantes se han replegado para formar mercados zonales en paraderos y barrios. En la avenida 54 del Cono Norte, hay al menos 3 zonas donde los comerciantes venden sus productos. La señora Margarita ofrece fruta. Ella indica que hoy se traslada al cruce de la avenida 54 con Villa Paraíso. Allí venden todo tipo alimentos de primera necesidad.
Otros comerciantes optaron por la diversificación. En una esquina de la plaza Las Américas, una tienda que vendía accesorios para mujeres ahora ofrece verduras. Lo atienden dos señoritas de nacionalidad venezolana. Cuentan que cambiaron de rubro hace un mes, en vista de que ya no pueden vender sus accesorios.
Y si no se puede diversificar, uno se puede adaptar. En la calle Paucarpata, en el Cercado de Arequipa,
Los comerciantes de tecnología han dejado sus teléfonos en las puertas. Se puede llamar si se necesita servicio técnico para reparar una computadora, para comprar tinta de impresoras o para cualquier otra necesidad tecnológica contra entrega en sus casas o lugares coordinados. Uno de ellos nos cuenta por teléfono que no hay otra forma de subsistir.
De igual manera, la población se va adaptando. La gente ya no tiene que ir a los grandes mercados y acuden al mercadillo más cercano. Si hay que ir más lejos, la bicicleta se está convirtiendo en un medio de transporte favorito. Así encontramos a Zenón, que viajó en dos ruedas desde Hunter hasta el centro de la ciudad para pagar la letra de un electrodoméstico.
Sin embargo, los bancos son los que tienen que reinventarse urgentemente. Las colas en sus sedes siguen siendo inmensas. La gente abarrota el cruce de la avenida Ejército con Cayma. Y también en los bancos de la avenida Mariscal Castilla y el Avelino Cáceres no hay día que no haya colas.
Hay que focalizar la emergencia
Omar Candia Aguilar, alcalde provincial
No podemos tener estados de emergencia totales con una fecha indefinida. No podemos paralizar a todo el país. Hemos observado que la curva de contagios sigue creciendo. Pero hay que identificarse ciudades, distritos con pocos infectados y poca tasa de contagio. Además que cuenten con suficientes camas UCI para atender pacientes.
Si podemos hacer eso, podremos focalizar la emergencia. Es claro que actualmente en Arequipa no se podría realizar. Necesitamos avanzar más en ello. Pero sí hay sectores económicos que pueden ser bien fiscalizados para que cumplan los protocolos sanitarios. Así podremos ir reactivando la economía poco a poco.