El 30% de empresas de calzado desaparecerían por estado de emergencia
De los 190 mil habitantes del distrito de El Porvenir, el 70% de la población se dedica a la industria manufacturera y están sufriendo por la falta de empleo.
El 30% de fabricantes de calzados del distrito de El Porvenir (Trujillo) dejarían de producir como consecuencia del estado de emergencia que ha decretado el Gobierno del presidente Martín Vizcarra ante el coronavirus.
Las llamadas de auxilio fueron hechas por el representante de calzados Massiel, Robert Aguilar Espinoza, quien sufre en carne propia la paralización de labores por las medidas de aislamiento social para frenar el avance de la pandemia .
Estas acciones han sido devastadoras para el sector calzado, teniendo en cuenta que entre el 70% a 80% de la población del distrito zapatero son manufactureros del calzado en sus diferentes niveles, ya sea de cortador, perfilador, armador, alistador y vendedor.
Para Aguilar Espinoza las medianas y pequeñas empresas (Mypes) que fabrican calzado son las más golpeadas por esta emergencia sanitaria, porque ninguna instancia del Gobierno como el municipio distrital, la gobernación regional o el Estado nacional, han tomado las medidas necesarias para poder ayudarlos.
Pidió al alcalde Víctor Rebaza Benites para que se interese en la problemática de los fabricantes de calzado y pueda gestionar ante el Estado una línea de créditos bancarios, a una tasa de interés mínima y así poder reactivar sus fábricas que están a punto de desaparecer, sino les dan las facilidades financieras para resurgir.
Muchos de ellos van a perder el apoyo de la subvención del 35% que anunció el gobierno para pagos de sus planilla, porque todavía persiste un promedio de 70% de empresas que siguen en la informalidad, sólo se preocuparon en obtener su Registro Único del Contribuyente (RUC) y nada más.
La mayoría de trabajadores ganan por “destajó” o por la cantidad de docenas que hacen semanalmente y no saben lo que es planilla. Los obreros no reciben AFP, CTS y seguro de salud.
“Nosotros no queremos que la municipalidad nos regale dinero, sino que nos convoque para buscar una solución en conjunto y través de sus gestiones con el gobierno busque alternativas para poder favorecernos”, precisó.
Recordó que el burgomaestre desde hace más de 30 años forma parte de la cadena productiva del calzado como productor de cueros, al igual que su subgerente de Desarrollo Económico Local, David Torres Terrones, quien fue presidente de una de las asociaciones más importantes de zapateros de El Porvenir; por lo tanto, conocen la problemática de los productores de calzado.
Particularmente Robert Aguilar comentó que en épocas de baja producción venía fabricando entre 25 a 30 docenas semanales, lo que involucraba un movimiento económico de alrededor de 16,200 soles. Además, detalló que daba empleo a aproximadamente 30 trabajadores.
Alcalde se pronuncia
El alcalde Víctor Rebaza sostuvo que hay 5 mil unidades productivas y 50 mil empleos en riesgo, y reconoce el coronavirus ha golpeado duramente el sector cuero y calzado del distrito de El Porvenir, por ello consideró que para reactivarlo el Estado debe convertirse en el principal cliente de los productores de este rubro.
“Vamos a exigir al Gobierno central que a este sector se priorice la ayuda. En El Porvenir tenemos unas 5 mil unidades productivas de calzado que dan trabajo a 50 mil personas. Por ello pediremos que se nos permita producir el calzado para otros sectores públicos como Salud, para médicos y enfermeras; botas y zapatos para los militares y policías bajo el sector de Defensa y del Interior, respectivamente”, afirmó Rebaza.
La autoridad consideró que para salvar los miles de puestos de trabajo que origina el referido rubro, el Estado se debe convertir en el principal cliente.
“Esa es una de las medidas que puede dar el gobierno ante la recesión del mercado, la invasión de calzado asiático que por ahora está restringido, pero volverá. Estamos en coordinación las seis asociaciones de calzado de El Porvenir para sacar un solo pronunciamiento en ese sentido”, indicó Rebaza.
Agregó que otro planteamiento es el acceso a créditos blandos para los pequeños y microempresarios, para ser pagados a largo plazo que permita soportar la recesión. “Ese crédito podría ser para capital de trabajo y también para innovar la maquinaria obsoleta que permita ser competitivo”, acotó.