Sociedad

Policía venezolano revela cómo era su trabajo de sicario en el Perú [VIDEO]

Sujeto narró la forma en que acabó con la vida de sus víctimas y cuánto cobró por hacerlo.

Sujeto también confesó que ingresó al país de manera ilegal y adquirió un arma de fuego por 800 soles. (Foto: Captura de video / Latina Noticias)
Sujeto también confesó que ingresó al país de manera ilegal y adquirió un arma de fuego por 800 soles. (Foto: Captura de video / Latina Noticias)

Agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) capturaron a un sanguinario sicario venezolano que confesó haber cometido al menos dos asesinatos en el país, uno por los cuales cobró una fuerte cantidad de dinero.

Frander Josué Gil Peraza (23) acabó con la vida del confeccionista de zapatos Abad Christian Puchoc Maxión (41) el pasado 11 de octubre nada menos que de 11 disparos al interior de un inmueble ubicado en el Parque Cuatro de la Asociación Los Molles, en Santa Anita.

Ante la División de Homicidios de la Policía, el venezolano dijo que un sujeto conocido como ‘Chancho’ le pagó 2 mil dólares para cometer el asesinato, pero el verdadero autor intelectual sería un tal ‘Zorrito’, quien radica en Argentina. “Como necesitaba la plata, lo hice”, dijo sin ningún tipo de remordimiento.

La familia del empresario se mostró sorprendida al saber la identidad del sicario, pues era nada menos que el mismo sujeto que vivía al frente y trabajaba como chofer para uno de los vecinos de la víctima. Incluso, la hija del empresario cuenta que tenía una buena relación con el asesino y hasta los saludó por Navidad y Año Nuevo como si nada hubiera pasado.

La PNP buscaba a Gil Peraza por el asesinato en Santa Anita, sin embargo, este sujeto confesaría que cometió otro crimen de un hombre peruano, que, según él, discriminó a otros de sus compatriotas. “No, en realidad yo no quería, sino que se me fue (…) Para que viera que nadie es más que nadie”, indicó.

Aunque lo que más llamó la atención es que este joven reveló que en Venezuela trabajaba como policía, de allí facilidad para el manejo de armas. También dijo que decidió venir a nuestro país en agosto del año pasado de manera ilegal y que desde un inicio se asentó en Santa Anita.

Aseguró que ambos crímenes los cometió con diferentes armas de fuego. Una de ellas le costó 800 soles, mientras que la otra la consiguió gracias a que un amigo se la prestó.

El venezolano fue detenido en posesión de una pistola mientras conducía un auto con el que hacía el servicio de taxi colectivo, el cual habría sido una manera de despistar que en realidad se dedicaba al sicariato.

La Policía investiga si se encuentra inmerso en más asesinatos o delitos de otro tipo, pues su perfil psicológico revela que “evidencia frialdad afectiva, es insensible e indiferente ante el sufrimiento ajeno, carece de sentimiento de culpa y arrepentimiento tras cometer actos de violencia”. Así como también, “evidencia desprecio por la vida humana”.