Extranjero, meses antes de morir cruelmente en SMP, dijo en sus redes: “Voy para Lima, causa”
Rubén Matamoros regresó al Perú pese a haber sido deportado en mayo. En redes sociales reveló a sus amigos cuáles eran sus planes.
- Cierran Mall del Sur temporalmente: Municipalidad de San Juan de Miraflores detectó riesgo por cables expuestos
- Senamhi alerta incremento de temperaturas y prevé hasta 30 °C a fin de mes en Lima Metropolitana
El crimen perpetuado en San Martín de Porres presenta nuevos hallazgos. Esta vez relacionados con Rubén Mauricio Matamoros Delgado, una de dos las víctimas del horrendo crimen, quien había decidido volver al Perú pese a haber sido expulsado.
Investigaciones a este ciudadano extranjero pudieron identificar que en su haber tenía antecedentes policiales, entre ellos el haber sido expulsado del país junto a más de 40 compatriotas debido a irregularidades en su ingreso a territorio nacional.
TE RECOMENDAMOS
EL FRACASO DE LÓPEZ ALIAGA Y PLAYA LAS SOMBRILLAS EN RIESGO | FUERTE Y CLARO CON MANUELA CAMACHO
Su deportación el pasado 10 de mayo, no fue impedimento para que Matamoros Delgado decida regresar. Ese era su propósito y así lo demostró en un comentario que dejó en su cuenta personal de Facebook, en la cual utilizaba el apodo de ‘Tommy Blanco’.
“Voy para Lima, causa”, anunció el ciudadano extranjero en la red social el pasado mes de julio. Este mensaje lo dejó como comentario en una fotografía en la que luce acompañado de su amigo Rubén Serrano Gonzales, quien también fue deportado.
Extranjero, meses antes de morir cruelmente en SMP, dijo en sus redes: “Voy para Lima, causa”
La última imagen que compartió esta víctima del crimen en San Martin de Porres fue el pasado 28 de agosto, en la cual afirma estar “fino” (bien).
Crimen en SMP: la víctima dejó algunos comentarios en su cuenta personal de Facebook
Los restos de Ruben Matamoros fueron identificados por sus padres, quienes reconocieron los tatuajes que llevaba en el brazo. Como se sabe, partes de su cuerpo, junto a los de Jafet Torrico Jara, fueron esparcidos por diversas puntos de Lima como el exterminal de Fiori y el Rímac.
Hasta la fecha las únicas piezas que no se han encontrado han sido las cabezas de estos dos jóvenes.
