Una gigantesca avalancha de hielo y lodo puso fin a la vida de más de 20 mil personas en aquella ciudad de la sierra del Perú. A 49 años del suceso, recordamos la apocalíptica tragedia. ,El reloj marcaba las 3:23 de la tarde cuando aquel 31 de mayo arrancó aquel movimiento telurico que ningún peruano presente olvidaría. La costa, sierra y selva del Perú sufrieron una potente sacudida que puso a todos en alerta y pánico. PUEDES VER ¿Es posibe detectar un sismo 15 días antes de que ocurra? Segundos pasaron y el movimiento telurico de 7.9 grados de magnitud había culminado. Las noticias reportaban como epicentro a 80 kilómetros mar adentro, frente a Chimbote, ubicado en el departamento de Ancash. Para muchos peruanos que vivían en este litoral de la sierra del Perú, el peligro, creyeron, había finalizado. Sin embargo, no sospecharon que para la pequeña ciudad de Yungay, ubicada en el departamento de Ancash, este sismo solo sería el inicio de la tragedia. Diez minutos bastaron para que esta iniciara. Del pico del glaciar 511, ubicado en el nevado Huascarán, se desprendió una franja gigante de hielo que medía 800 metros de ancho por 1500 de largo. La caída llevó a que se formara una inmensa avalancha llena de lodo, hielo y piedras que, a los minutos, logró arrastrar con todo a su paso. Ese todo eran las las familias, casas, iglesias y colegios de Yungay, las cuales desaparecieron casi al instante. Yungay, por largos minutos, ya no existía. No había más que escombros y residuos de lo que alguna vez fueron viviendas y vida. Investigadores del caso registran que esta masa impulsada por el hielo alcanzó una velocidad de aproximadamente 400 km/h. Si bien Yungay fue el lugar donde se localizó la tragedia, repercusiones también fatales se identificaron en Ranrahirca, Caraz y Carhuaz, en el Callejón de Huaylas. Las cifras finales superaron las iniciales estimaciones de muertos y heridos. En total se registraron 70 mil pérdidas de vidas humanas. Solo en Yungay, murieron 23 mil personas. Los rescates de niños, un promedio de 300, en aquella ciudad de la sierra del Perú permitió que se recobrara siquiera un poco la esperanza. PUEDES VER Primeros auxilios psicológicos: ¿cómo calmar nuestras emociones durante un sismo? Han transcurrido 49 años de aquella tragedia y desde entonces, cada 31 de mayo se rinde una especial conmemoración por aquella trágica e injusta muerte de las más de 20 mil víctimas. A razón de ello se dispuso, además, que se utilice precisamente este día como el día central para la realización de simulacros de sismo.