El padre de Wilfredo Rodríguez Quispe no habría soportado la humillación que viene recibiendo por parte de los cientos de pobladores que piden cadena perpetua para su hijo. Una radio local informó que el varón trató de lanzarse a un río. ,Puno. Desde que se conoció del atroz asesinato que habría cometido Wilfredo Rodríguez Quispe (24) contra Dina Quispe Choquemamani (27), cientos de pobladores puneños se unieron a las protestas exigiendo cadena perpetua e incluso pena de muerte para el presunto responsable. Pero, el clamor de los ciudadanos habría traspasado la razón y sensibilidad, desquitándose con el padre de Wilfredo Rodríguez, totalmente ajeno a los actos de su hijo. Según una radio local del distrito Santa Rosa, en la provincia de Melgar, Martín Rodríguez Aguilar habría intentado quitarse la vida por las humillaciones públicas que viene recibiendo. PUEDES VER: Dictan 9 meses de prisión preventiva para descuartizador de Puno [VIDEO] Al promediar las 17:00 horas del último jueves, Martín intentó lanzarse a un río de la zona. Los últimos días fue víctima del furor de familiares y demás ciudadanos, quienes el último miércoles, durante la audiencia de prisión preventiva del presunto feminicida (que al final fue pasada para el siguiente día), desde afuera de la corte judicial, obligaron al anciano a portar un cartel que decía “yo soy el padre del asesino”. Y no solo eso, le habrían cortado el cabello e hicieron pedir disculpas. El medio local ha dado cuenta de otros abusos. Los familiares de una presunta anterior víctima (Cirila Pacori) estarían aprovechando para quitarle sus animales y pretendiendo obligarlo a que firme un documento cediendo su pequeño terreno ubicado en el sector de San Martín (Santa Rosa), como pago indemnizatorio. Martín Rodríguez en todo momento señaló que no se opondrá a lo que dicte la justicia. Él vive solo en la cabaña donde su hijo habría perpetrado el crimen y se teme sufra de una depresión que pueda llevarlo a acabar con su vida. En tanto, algunos también señalan que las autoridades deberían tomar cartas en el asunto, puesto que la población podría querer tomar justicia con sus propias manos.